Gary Player es un fijo en el PNC Championship desde siempre. Con 89 años es el jugador de más edad entre los participantes del torneo que ha arrancado este sábado en el Ritz Carlton de Florida. El Caballero Negro lo lleva con orgullo. Y compite. No se lo toma a broma. En las primeras seis ediciones, cuando la cita aún estaba reservada exclusivamente a parentescos de padres e hijos, no tenía problemas, jugaba cada vez con Wayne. Sin embargo, en cuanto se abrió el melón a otras relaciones, sobrinos, primos y demás pelaje, el asunto se le fue de las manos al ganador de nueve Grandes.
La familia ha ido creciendo y ahora mismo tiene 6 hijos, 22 nietos y 3 biznietos. Por supuesto, casi todos juegan al golf. Por supuesto, todos quieren jugar con Player el PNC Championship. Cada año la decisión era más difícil y le estallaba la cabeza, así que decidió inventarse una clasificatoria. «Todo aquel que quiera jugar conmigo tendrá que enfrentarse en una previa y el que gane será el elegido», le vino a decir a su descendencia. Así lo hace desde hace cuatro años. El torneo se juega en Florida justo antes del día de Acción de Gracias.
Player matiza la historia. Claro que lo hizo para no tener que decidir entre sus nietos y demás, pero también detectó que era una manera de jugar con el que estaba más en forma en ese momento y, por tanto, tener la posibilidad de quedar mejor clasificado y hasta poder ganar el PNC.
Tiger, a fondo; su hijo Charlie, el nivelazo de Scheffler, la liga TGL…
El ganador este año ha sido Alex Hall. Hizo 78 golpes en un día de mucho viento. Empezó a jugar hace dos años y medio y ya es hándicap +1. Una bestialidad. Tampoco tiene mucho misterio. Prácticamente esta todo el día jugando al golf. Además, estuvo tres meses con Gary Player en Sudáfrica con entrenamientos intensivos. El próximo año empezará en la universidad y quiere firmar por un buen equipo de la División I. «Estoy seguro de que nos lo vamos a pasar bien, pero el objetivo es ganar», dice Alex. De casta le viene al galgo.
