Prometedor comienzo de Gonzalo Fernández-Castaño (-3) en el Open de Puerto Rico, un torneo marcado en rojo en su calendario. El español busca un buen resultado que le acerque a su principal objetivo, conservar la tarjeta del PGA Tour para la próxima temporada, y al menos ha empezado bien el camino. La suspensión por lluvia consistente y amenaza de tormenta eléctrica le pilló a punto de jugar su último hoyo, en 29ª posición provisional y con tres golpes bajo par.
El 14 del Coco Beach Golf & Country Club ha sido, hasta el aplazamiento, el único hoyo que se le ha resistido, firmando el solitario bogey de su partido del jueves muy penalizado por los búnkers. El resto de su vuelta, libre de errores, se ha mostrado muy regular de tee a green y dejando escapar sólo un par de calles. Sin duda, unas buenas estadísticas para afrontar con mayores garantías su asalto a los primeros puestos de la clasificación desde mañana.
Por delante, el sorprendente líder es el joven estadounidense Trey Mullinax, de 24 años, con una sensacional tarjeta de 63 golpes con la que iguala el récord del torneo, que desde hoy comparte con Derek Lamely (tercera ronda de 2010), James Driscoll (primera ronda de 2011), Chris Tidland (segunda ronda de 2011), Scott Brown (segunda ronda de 2013) y de nuevo James Driscoll (segunda ronda de 2014).
Mullinax, como Gonzalo, logró la tarjeta del PGA Tour el pasado año, en el Web.com Tour. En su caso, finalizando en octava posición en la lista de ganancias la temporada regular y en el 18º puesto incluyendo las series finales (el español finalizó en 25ª posición). Aunque a diferencia con Fernández-Castaño, ha obtenido algunos buenos resultados en este arranque de temporada (22º en el Safeway Open y 14º en Pebble Beach), evitando ser penalizado por el re-ranking como el español. A Gonzalo le toca seguir remando.
