Rafa Cabrera Bello (-5) no tuvo el inicio de vuelta soñado. Arrancó por el hoyo 1 del TPC River Highlands con un tripateo desde 14 metros. Es algo que puede ocurrir incluso en las mejores familias, pero no deja de ser desagrable, sobre todo cuando a esa hora un tal Rory McIlroy ya se ha colocado cuatro bajo par en seis hoyos. Es decir, no hay que ser Colombo para darse cuenta de que se avecina un día de resultados bajos y a ti la primera te cae en la frente.
La Armada se sube al carro de un Travelers desencadenado
Aquí es donde conviene descubrirse con Rafa. Viene de fallar el corte en el RBC Heritage y lo primero con lo que se encuentra es un bogey con tres putts. No es fácil digerir una bola de este calibre, pero el canario, con su temple habitual, lo ha hecho de maravilla. A partir de ahí ha firmado un parcial de seis bajo, con siete birdies y un bogey. Una vez más ha pateado con solvencia y determinación. Ha metido cinco putts de entre dos y cuatro metros y medio. Atraviesa un momento dulce en los greenes y, quizá por ello, no dejó huella el inicio.
OFICIAL: El European Tour dará diez plazas para el US Open en la gira británica
Rafa aún pudo lograr una tarjeta más baja. Se dejó por el camino cuatro putt de tres metros hacia abajo, pero claro no se puede meter todo. Eso no ocurre ni en la ‘play’, mucho menos en un campo del PGA Tour. En cualquier caso, vuelve a demostrar que es uno de los golfistas más fiables del circuito americano de dos metros hacia abajo. Tiene una fiabilidad del 75 por ciento y ocupa el puesto 17º en el ranking del circuito.
Jon no ha faltado a su palabra
Lo mejor de esta primera vuelta que lo dejará al final del día en el top ten o muy cerca de él, es que se quita de un plumazo la pesadez de haber fallado el corte la semana pasada. Viento fresco en Connecticut.
