Viktor Hovland (-16) ha vuelto a ganar el Hero World Challenge. Lo ha hecho después de firmar una última tarjeta de 69 golpes y de echarle un poco de pimienta al asunto enviando una bola al agua en el hoyo 18, donde había salido con una ventaja de dos golpes sobre Scottie Scheffler (-14). Después, un mal segundo tiro del texano desde el centro de la calle (¿otra bola con barro?) y un excelente putt del noruego desde unos cinco metros (otro más esta semana…) para salvar el bogey, restablecían el orden natural de las cosas en una semana dominada de principio a fin por el nórdico.
Scheffler no va a recuperar el Número Uno este año y Hovland sigue haciéndose un hueco entre la élite de la élite, a la espera todavía de confirmar si, por ejemplo, puede aspirar alguna vez a luchar precisamente por ese trono mundial. Un objetivo que quizá aparezca también en el radar, antes o después, de Cameron Young (-12), que ha finalizado tercero en el Albany Golf Club de Bahamas. Ambos, a priori, tienen hechuras más que suficientes para tal meta, aunque después entran en juego los famosos intangibles que de verdad separan a los muy buenos de los extraordinarios. Ambos, asimismo, son jóvenes y con un vasto margen de crecimiento y madurez, así que démosle tiempo al tiempo y sentémonos pacientes en primera fila a disfrutar del espectáculo.
Jon Rahm (-5) ya ha demostrado suficientemente que pertenece a la Liga de los Extraordinarios, no hace falta recordarlo. Pero ésta no ha sido su semana, a pesar de llegar a Bahamas como claro favorito. Hoy comenzaba como un ciclón, hasta el punto de obligarnos a hacer algunas cuentas, no fuera a ser que todavía tuviera la maravillosa ocurrencia de luchar, incluso, por el triunfo. Había firmado un parcial de cuatro menos en los siete primeros hoyos, que bien pudo ser de seis menos sin echarle mucha imaginación al asunto, puesto que dejaba escapar buenas opciones en los hoyos 1 y 6… Sin embargo, dos bogeys consecutivos en los hoyos 8 y 9 pinchaban en un abrir y cerrar de ojos el jugoso y aparente suflé.
El de Barrika pone con este octavo puesto final el broche a un año 2022 muy movido, muy sufrido por momentos, sobre todo en algunas semanas de Grandes, donde las cosas no le salieron como esperaba, pero definitivamente muy bueno en el balance final.
