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Jugó una única temporada en el PGA Tour tras ganar la Nationwide en 2011

J.J. Killeen, genio y figura, ‘resucita’ 10 años después en la previa del Valero

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J.J. Killeen © Twitter
J.J. Killeen © Twitter

El lunes por la tarde, J.J. Killeen ofreció su primera rueda de prensa en 10 años. Fue realmente una videoconferencia, como exigen estos tiempos de covid-19, con la novedad de que el golfista la llevó a cabo desde el interior de su coche en algún jugar de Kerrville, en Texas. Cosas de la falta de costumbre.

El que fuera Jugador del Año del Nationwide Tour, de 39 años de edad, había logrado minutos antes la clasificación para disputar el Valero Texas Open, torneo del PGA Tour que arranca este jueves en el TPC San Antonio de Texas. «Dios mío, estoy súper entusiasmado por poder jugar. ¡Y después de ganar un playoff!», dijo.

Más tarde, Killeen, cuyo perfil en twitter responde al nombre de West Texas Driving Range Pro, su empresa, mostró el particular sentido del humor y la capacidad de hacer autocrítica que han disparado su popularidad en las redes sociales. «El apoyo familiar está siendo asombroso. Mi hijo le dijo a su maestra que su mamá tiene dos trabajos y su papá cero, así que seguro que será genial para él verme. Ojalá pueda pasar el corte y piense que esta semana tengo un trabajo de verdad», dijo entre risas.

«Mi hijo le dijo a su maestra que su mamá tiene dos trabajos y su papá cero, así que seguro que será genial para él verme»

Killeen hizo 67 golpes, cinco bajo par, para empatar en el cuarto puesto en el Comanche Trace Club, donde se llevó a cabo la clasificación para el Valero. Después, se impuso a Blake Elliott en el segundo hoyo del playoff por 2&1 para ganar la última plaza en el torneo.  «Por fin voy a jugar un torneo que no es sólo un lunes», dijo Killeen. «Es genial, mi mujer me ha visto jugar muchos torneos, pero mis hijos no. Y toda la gente de Lubbock, donde vivo, creo que nunca se creyeron del todo eso de que yo era un golfista profesional».

Killeen nació en San Diego, fue un gran jugador de la Texas Christian University, y aunque no llegó a ganar ningún torneo en esos años, jugó 50 eventos en cuatro temporadas con seis top 10 y 16 resultados entre los 20 primeros. En 2005 fue nombrado Golfista del Año de la Conferencia de EEUU y se convirtió en el tercer deportista en toda la historia de la escuela, en cualquier deporte, en jugar en cuatro equipos de la conferencia.

«La gente de Lubbock, donde vivo, creo que nunca se creyeron del todo eso de que yo era un golfista profesional»

Las cosas, sin embargo, se ralentizaron para él cuando se hizo profesional. Después de un par de años en los mini tours, aterrizó en el Nationwide Tour (actual Korn Ferry Tour) en 2008. Allí, su progresión fue constante, con siete top 10 en tres temporadas. En 2010 se quedó a un golpe de conseguir la tarjeta del PGA Tour en la escuela, pero en 2011, con dos victorias en la gira, en dos semanas consecutivas, se situó como el mejor del circuito, con 414.000 dólares en ganancias, fue nombrado Jugador del Año y logró la tarjeta del PGA Tour.

Su aventura en la elite, por desgracia, no duró demasiado. En 33 eventos sólo firmó un top 10 y casi tantos cortes fallados (16) como superados (17). Terminó la temporada en el 145º puesto de la FedEx Cup y perdió la tarjeta. La siguiente temporada sólo hizo 10 cortes de 20 en su regreso al Nationwide Tour, y después de dos cirugías en un hombro, tuvo que decidir entre seguir peleando por su sueño o comenzar uno diferente.

Cabrera Bello jamás vivió algo parecido en el PGA Tour

Casado, con una hija de 10 años y un hijo de seis, la vida en el golf profesional se complica, así que junto a unos amigos de su infancia creó 4ORE!, una instalación de entretenimiento tipo Topgolf, en Lubbock, Texas. También se dedicó a otras cuestiones comerciales y empezó a dar clases, apoyándose para ello en un perfil en Twitter.

«Twitter me ha ayudado mucho. La enseñanza es algo muy serio. Mucho de lo que hacemos en la red está relacionado con la cerveza o el alcohol, o con electrodomésticos comunes con movimientos similares a las cosas en el golf. Muchas de esas cosas tienen una aplicación. Y ha sido genial poder interactuar con personas diferentes. Además, los lunes te cansan», dijo de nuevo con su particular sentido del humor.

«Creo que hoy podría ser una gran noche para tomarme mi primera cerveza. Tal vez pueda ganar y hacer que la magia suceda»

Aun así, Killeen nunca se rindió por completo y durante dos años ha probado suerte en más de 24 eventos clasificatorios de los lunes tanto en el PGA Tour como en el Korn Ferry Tour. En un par estuvo a punto de lograrlo. Esta semana lo ha terminado consiguiendo, dando paso a una reflexión final con la que cerró su improvisada rueda de prensa motorizada.

«Creo que hoy podría ser una gran noche para tomarme mi primera cerveza. Tal vez pueda ganar y hacer que la magia suceda», finalizó. Genio y figura.