Rafa Cabrera Bello añadirá esta semana una nueva muesca en su cinturón del PGA Tour. Se estrena en el Valero Texas Open, torneo que se disputa en el TPC San Antonio y donde nunca ha participado el canario. Será su duodécima prueba de la temporada en el circuito americano, la novena regular más el US Open, Masters y WGC Workday Championship. De momento, los resultados no están siendo buenos, andan muy lejos de lo que ha sido su hoja de ruta habitual en los últimos años. Tanto es así que se podría decir que ahora mismo Cabrera Bello está viviendo una situación única en el PGA Tour. Ha fallado el corte en siete de doce torneos, curiosamente todos en torneos regulares, ya que lo pasó en el US Open y el Masters y en el WGC no hay corte.
La peor rachita de DJ… y no nos referimos sólo a sus resultados
Ahora, Cabrera Bello afronta el Valero Texas Open después de fallar el corte en los cuatro últimos torneos regulares del circuito americano que ha disputado: Corales Punta Cana, Honda Classic, AT&T Pebble Beach Pro Am y Mayakoba. Jamás en su carrera había enlazado tres cortes consecutivos fallados en el PGA Tour. Es más, si hablamos de torneos regulares su peor registro desde 2017, primer año en el que compite con la tarjeta completa, es de dos cortes seguidos fallados y sólo le ocurrió una vez, en el RBC Heritage y el Houston Open de 2017. En medio de esos dos torneos también falló el corte en el Masters de Augusta.
Podcast: Sugerencias para realzar el WGC Match Play
Cabrera Bello ha hecho de la regularidad y la solidez una de las grandes virtudes de su carrera. Si metemos algo más profundo el bisturí, hay que remontarse hasta el 2010 para encontrar la última vez que Rafa falló cuatro cortes consecutivos. Se dice pronto. Han pasado más de diez años. Ocurrió en el Qatar Masters, Omega Dubai Desert Classic, Avantha Masters y Trofeo Hassan II. Hay que decir que en esta racha se incluye un abandono, en el Avantha, que contabilizamos también como corte fallado.
Así las cosas, Rafa se encuentra ahora en una encrucijada a la que no está nada acostumbrado. No sólo no le acompañan los resultados, sino que está fallando muchos cortes cuando él ha sido un fijo los fines de semana. Para que se hagan una idea, en 2018 y 2019 falló únicamente dos cortes en torneos regulares del PGA Tour. Siempre ha sido un martillo pilón.
Igual es Inbee Park en quien debería fijarse Rory McIlroy…
Esta semana tendrá una nueva oportunidad de recuperar las mejores sensaciones, esas que mostró, por ejemplo, en el inicio de 2021 en el European Tour, con una más que notable gira del desierto. Hasta el momento no ha sido capaz de trasladar aquello a Estados Unidos, pero ahí sigue insistiendo. Rafa saber que los clics en golf suceden muchas veces de un día para otro, o incluso durante la misma vuelta, y no pierde la calma. Sabe que está trabajando bien, que no está tan lejos y que lo único que falta es que poco a poco vaya volviendo toda la confianza.
