Miguel Ángel Jiménez ha finalizado undécimo en el Mitsubishi Electric Championship at Hualalai, la primera cita del año en el calendario del Champions Tour, donde defendía título. El malagueño necesitaba que el putt funcionase bien en la última ronda para darse alguna opción de victoria y lo cierto es que, aunque no anduvo mal, no llegó a calentarse lo suficiente.
Jiménez volvió a bordar el golf de tee a green. Firmó una tarjeta de 69 golpes, sin bogeys y con tres birdies. Sólo dejó escapar dos greenes y volvió a poner de manifiesto que nadie ha mostrado un juego largo mejor que el suyo esta semana. Se marcha de Hawái con un dato extraordinario: ha cogido 47 de las 54 calles. Además, sólo ha cometido un bogey en las tres jornadas. Una máquina de precisión.
Sea como fuere, Jiménez se despide de la primera cita competitiva del año con un buen resultado. Es su novena aparición en el Champions Tour y su peor puesto sigue siendo una vigésimo segunda posición. Palabras mayores. Finalmente, acabó el torneo con un resultado de once bajo par, a siete impactos del campeón, el norteamericano Duffy Waldorf, que embocó un putt de siete metros y medio en el hoyo 18 para batir por un golpe a Tom Lehman.
Jiménez regresará ahora al European Tour. Su próxima cita será el Omega Dubai Desert Classic en dos semanas, donde empezará su defensa del puesto para los Juegos Olímpicos. Ahora mismo está clasificado junto a Sergio García, pero Rafa Cabrera Bello, Pablo Larrazábal y Alejandro Cañizares están dispuestos a batirse el cobre hasta el próximo verano para ponérselo difícil al malagueño. La carrera será larga.
