Jon Rahm (-10) se ha situado como líder en solitario en el Memorial tras firmar una segunda ronda de 65 golpes, con dos golpes de ventaja sobre Patrick Cantlay (-8). ¿Hay mejor manera de afrontar el fin de semana de la defensa del título en este prestigioso torneo? Puestos a soñar, puede que la haya, pero con los pies en la tierra no se nos ocurre ninguna…
Ayer, con la suspensión por falta de luz, ya había alcanzado el coliderato con un parcial de cinco menos en los trece hoyos que le dio tiempo a completar en Muirfield Village. Y esta mañana, en este pequeño tramo de cinco hoyos, Jon no ha hecho ni una sola concesión a la intrascendencia. En el hoyo 14, después de una gran salida al centro de la calle y con un wedge en las manos, pifiaba el segundo tiro y firmaba el bogey; acto seguido no era capaz de sacar el birdie en el 15, par 5, pero a continuación, pegando desde el tee del 16, par 3, a unos 167 metros de la bandera, sacaba una bola asesina, fantástica, en rumbo directo al trapo y convertía el hoyo en uno. ¿Se nos ocurre un mejor modo de darle la vuelta a una mini sesión de cinco hoyos tras un inicio algo dubitativo? Puestos a soñar, puede que lo haya, pero con los pies en la tierra no lo parece…
Espectacular hoyo en uno de Jon Rahm en el 16 de Muirfield Village
En el 17, buena salida, excelente segundo tiro, probablemente con un hierro 9 en las manos, y putt eficiente y limpio para firmar el birdie desde metro y medio. Y todavía iba a tener en el 18 la ocasión de mejorar su registro, el mejor de la accidentada e interrumpida segunda vuelta. En este hoyo le sonreía la suerte, lo que tampoco está de más: con la bola en el fairway se había quedado ligeramente bloqueado por un árbol y su segundo disparo, algo ajustado, recibía el premio de un segundo bote mágico de la bola que la metía de un empujón en el green, literalmente, cuando su destino parecía el denso rough.
Moría la tarde y Jon se apresuraba a encaramarse al liderato del Memorial…
Hace poco más de once meses el desbarajuste pandémico propició la disputa de dos torneos consecutivos en Muirfield Village. En el primero de ellos (Workday Charity Open) a Jon no le fueron muy bien las cosas, pero conseguía pasar el corte y además remataba la semana con una excelente ronda de 64 golpes, como anuncio o premonición de su triunfo imperial en el Memorial la semana siguiente, que además vino acompañado del cetro mundial. Pues bien, incluyendo aquella magnífica última ronda en el Workday, el ‘morrosko’ de Barrika ha jugado desde entonces siete vueltas de competición en la guarida del Oso Dorado y su media de golpes en este tramo es realmente alucinante, pues apenas pasa de 68 golpes (68,14), en un campo par 72 donde una vuelta de PAR puede ser buena y hasta muy buena. De hecho, si nos ponemos puntillosos y contamos los golpes puros, obviando aquella rigurosa penalidad de dos en el 16 de la última ronda, la media en estas siete rondas se nos iría a una vertiginosa cifra de 67,85 golpes…
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Una vez más, como en aquel Memorial triunfante, hemos visto a Jon pegar con soltura y confianza la madera 3 desde el tee, que es sin duda el palo que más utiliza (el driver apenas lo ha agarrado dos o tres veces en esta segunda ronda). El español, con esta madera, alcanza con relativa naturalidad distancias en torno a los 275 metros y tiene muy claro que lo más importante es tener la bola en juego, puesto que el rough del recorrido de Dublin, Ohio, no está para muchas visitas. En todo caso, no es Jon un tipo que se achante a la hora de elegir el driver; sencillamente ocurre que en Muirfield Village el golpe que le entra por los ojos suele estar diseñado en su cabeza con una madera 3.
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La mini sesión de hoy, para recuperar el terreno perdido con las suspensiones por mal tiempo, llevaba camino de significar un espaldarazo completo para el golf español en tierras de Ohio, puesto que Rafa Cabrera Bello (-4), que esta mañana tenía que jugar ocho hoyos, venía con un parcial de tres menos y se había aupado hasta una excitante tercera posición en solitario, sólo por detrás de Rahm y Cantlay. De entrada le había caído un bogey, pero respondía con una meteórica serie de cuatro birdies en los hoyos 4, 5, 7 y 8. En el 4 embocaba un chip desde fuera y a continuación se exhibía con los hierros en las manos, un tirazo detrás de otro… Sin embargo, erraba la salida en el último hoyo, el 9, y a continuación enviaba la bola al agua de segundo tiro y cerraba la vuelta con un triple bogey criminal. Antes de salir a jugar esta tarde la tercera ronda a Rafa no le queda más remedio que pasar página y ser plenamente consciente de que, a pesar del accidente, su posición sigue siendo más que buena, pues se mantiene dentro del top ten del torneo.
Los seis birdies de Jon Rahm en su vuelta exprés en el Memorial
La línea del corte finalmente se quedaba en +2 y, si miramos de nuevo hacia arriba, Jon va a tener que lidiar esta tarde con el previsible toque a rebato de un efervescente destacamento de estadounidenses: Cantlay (-8), Scheffler (-6), Homa (-6), Morikawa (-6) y Schauffele (-6), estos dos últimos compañeros de partido de Jon las dos primeras jornadas (vaya, vaya con el trío de marras y su acumulado total de -22 en los primeros 36 hoyos). Rickie Fowler (-5) tampoco anda lejos. Rafa, por su parte, aún va a tener hoy la oportunidad de subirse al vagón indicado, donde mañana se repartirán las plazas de privilegio.
Nadie se acomode por tanto, ya que hoy nos aguardan todavía emociones fuertes. Los jugadores van a salir por ambos tees y en grupos de tres para recuperar definitivamente todo el terreno perdido, porque además esta tarde no se espera mal tiempo. Jon sale en el partido estelar junto a Scheffler y Cantlay a partir de las 13:01 locales (19:01, horario peninsular), mientras que Rafa saldrá tres cuartos de hora antes junto a Lowry y Taylor.
