Si alguien le hubiera dicho a Rickie Fowler en 2014, después de terminar entre los cinco primeros clasificados en todos los majors, que arrancaría el año siguiente superando seis cortes, pero sin ningún top 10, tal vez se sentiría decepcionado. Pero ese mismo resultado, en este 2023, seguro que lo está interpretando de una manera muy diferente…
El mediático golfista de Murrieta, en California, tuvo que recurrir el pasado otoño al gurú Butch Harmon para poner en orden su juego después de caer hasta el puesto 160º del ranking mundial de golf, algo impensable para una estrella de su nivel. Y ahora, después de pasar seis cortes y lograr un 13º puesto empatado en el THE PLAYERS, necesita un impulso más para no perderse uno de sus torneos favoritos, el Masters.
Actualmente ocupa el puesto 59º del ranking mundial y necesita escalar nueve puestos de aquí al próximo lunes para poder disputar el evento del Augusta National (la otra opción sería ganar el Valero Texas Open de la próxima semana). Aunque para ello, tendrá que lograr un buen resultado en el WGC Dell Technologies Match Play del Austin Country Club, ante un inesperado ‘escollo’ para él.
Según las proyecciones previas de Nosferatu, el experto en el OWGR de Twitter, Rickie podría escalar esos nueve puestos que le separan del Masters alcanzando los cuartos de final en el Match Play. Pero para poder soñar con esta ronda, lo primero que tendrá que hacer es superar el duro grupo en el que estará inmerso desde hoy hasta el viernes, jugando con Billy Horschel, campeón del torneo en 2021, Keith Mitchell, que intenta retener su posición en el top 50 del ranking… y un ‘hueso’ llamado Jon Rahm.
«Mi objetivo a corto plazo es regresar a Augusta«, reconoció Fowler antes del torneo, recordando que no juega el Masters desde 2020. «Sabía que tendría que venir aquí y jugar bien, pero no estaba seguro de qué resultado tenía que lograr», añadió. Ahora ya lo sabe, y aunque está preparado por si fuera necesario intentarlo de nuevo la próxima semana en el Valero, buscará conseguirlo pese a tener delante a Jon, su gran rival.
«He jugado mucho con Jon Rahm estos últimos años, nos han emparejado bastante. La verdad es que disfrutamos jugando juntos. Y además, parece jugar bien cuando está emparejado conmigo, así que va a ser un partido difícil desde el principio», reconocía Fowler. Será el primer Match Play desde 2016 para él, donde cayó en la fase de grupos, aunque en sus cinco anteriores presencias en el torneo, alcanzó tres veces los cuartos de final, con un tercer puesto en 2014 como mejor resultado.
Sabe que para poder estar en el Masters, el camino más directo es ganar su grupo y pasar una eliminatoria el sábado. Pero también asume que existe la posibilidad de no lograrlo, algo que no ve como un fracaso ya que siente estar en el buen camino para regresar a lo que fue. «Siento que soy el mismo de los últimos años dentro y fuera del campo, pero ahora tengo mucha más confianza y me divierto más jugando porque sé de lo que soy capaz».
