Jon Rahm no se escapó. La pregunta cayó en el examen. Hay que decir que lo esperaba y que tenía la respuesta bien pensada y estructurada, pero no pudo evitar bromear cuando le fue lanzada. ¿Qué te parece la propuesta de la USGA y el Royal and Ancient de hacer que la bola vuelve menos y así se haga menos distancia? Jon no se mordió la lengua…
El golfista de Barrika no entiende el planteamiento de los garantes del golf y está convencido de que va a servir para poco. De hecho, hasta tiene dudas de que vaya a salir adelante la propuesta. A su juicio, el punto de partida es erróneo. «No he hablado con nadie en la USGA para entender por qué están tan centrados en hacer cambios respecto a nuestro equipamiento, ya sea el driver, la bola o lo que sea. Están hipercentrados en hacer el golf profesional un poco más difícil de lo que ya es. No sé por qué».
Rahm va más allá y aclara incluso que de imponerse la propuesta está convencido de que sería bueno para él. «¿Creo que es la decisión correcta? En lo que a mí respecta, no creo que importe mucho. Creo que si la bola vuela menos perjudicará más a los jugadores más cortos del TOUR que a la gente con distancia. Si me das un hierro 7 en lugar de un hierro 9 u 8, eso significa que le estás dando a otro un hierro 4 ó 5 en lugar de un hierro 7 ó 6. Yo todavía voy a ser capaz de pararla la mayoría de las veces con un hierro 7, pero otros no van a poder hacerlo, muchos más si no estás en calle. Pones a esos jugadores en una situación más difícil», afirma.
El jugador español, Número 2 del mundo, no entiendo por qué este cambio es necesario justo en este momento. «Mi principal pregunta para ellos es que estamos en una época dorada del golf, ha explotado desde COVID, mucha gente lo está viendo, tienes un circuito completamente diferente, el golf está creciendo. ¿Por qué cambiar lo que funciona?». Y añadió: «todos esos tees de salida nuevos de par 4 de 520 yardas que tanto gusta hacer hoy no van a poder utilizarse. Así que, en definitiva, se seguirá jugando igual», explica.
Rahm considera que se deberían hacer otras cosas que no tienen que ver con el material o la tecnología, sino con el diseño de los campos. «Hay muchas cosas que se pueden hacer para ponérnoslo más difícil, el diseño de los recorridos, la preparación de los campos… Recorridos como el de la semana pasada en Innisbrook, no es largo, y los resultados se mantuvieron altos. Colonial, a menos que sea una semana muy benigna con el viento, Hilton Head, lo mismo. Valderrama, lo mismo. Piensa en Merion, que es uno de los más cortos donde se ha jugado el US Open recientemente y se ganó con 1 sobre par. Creo que se pueden hacer otras cosas para que sea más exigente para nosotros. Esa sería mi sugerencia para ellos».
Por último, no cree que los cambios se vayan a producir sólo para el US Open y el Open Championship, por lo que no tiene muy claro que siga adelante. «Ya veremos dentro de tres años qué pasa. No creo que lleguemos a un punto en el que sólo juguemos los dos Open con una bola de golf diferente. Eso sería un poco tonto. Va a ser un cambio total o ningún cambio».
