Hasta el mejor escribano echa un borrón. Y el mejor jugador del mundo, igual. La primera vuelta del Farmers Insurance en el South Course se le torció a Jon Rahm (+1) y tendrá que recuperarse pronto para tratar de superar este jueves el corte en uno de sus campos favoritos, si no el que más a tenor de sus dos señalados triunfos. Es humano, simple y llanamente.
Estaba repleto de aficionados el partido para ver en directo al golfista más en forma de los últimos meses, que desea dejar su sello en la historia y convertirse en el segundo europeo, tras Rory McIlroy, en enlazar tres triunfos consecutivos en el PGA Tour y, de paso, arrebatar al norirlandés el puesto como número uno mundial. Necesita ganar y para ello tiene que desplegar su mejor juego en la segunda vuelta e intentar una machada como la que protagonizó en el Sentry Tournament a comienzos de año frente a Collin Morikawa.
En el recorrido de La Jolla nada salió a derechas. Nada de nada. Lástima el niño que anunciaba en un cartel que había hecho novillos para seguir en vivo y en directo al vizcaíno. No eligió el mejor día porque con todos los palos de la bolsa tuvo problemas Jon. Desde el tee no atinaba, los hierros, salvo el espectacular disparo en la salida del 16, donde dejó el birdie dado, le complicaron la vuelta y el putt también flaqueó.
Y eso que el arranque en estos primeros 18 hoyos en San Diego fue prometedor e incluso distendido, con charletas y gracietas con su amigo Tony Finau, que también resbaló (+1), no así Justin Thomas (-4). Los birdies al 2 y al 5 presagiaban una ronda como las previas en Hawái y en La Quinta, donde certificó sus dos últimos triunfos. Pero un error en el par 5 del 6 cortocircuitó al jugador de Barrika. Se desconectó. Salió bien y dejó la bola a 180 metros de bandera; parecía asequible la opción de eagle o sacar el birdie, pero tripateó. Par y frustración. En el tee del 7 quién sabe si aún iba pensando en los errores anteriores y en el segundo golpe se le fue la mano y acabó la pelota por detrás en los matorrales. Dropaje y doble bogey. Desde el 4 de diciembre en el Hero World Challenge no cometía un error doble y en 2022 sólo anotó en su tarjeta 13 pifias de ese nivel… en 1.566 hoyos jugados en total. El cabreo iba in crescendo.
El putter no respondía a la llamada de auxilio y desaprovechó una buena ocasión en el 8. Pagó con el driver las malas sensaciones golpeándolo contra el suelo en el tee del 9 por mandar la bola al bunker. Otro par 5 que se le fue por un mal tiro con el wedge de tercer disparo. La cabeza de Jon echaba humo, aunque podía recomponerse en los segundos nueve; además, iba al par y quedaba mucha tela por cortar.
Pero no había forma. Otra vez al obstáculo de arena en el 10, aunque el posterior tiro lo dejó a la altura de bandera a cuatro metros. Lo tira muy bien pero no cae. En el 11 vuelve a visitar el bunker y con el sand se deja un putt de par metro y medio. Entra y respira. En el 12 la buena salida no tiene continuación con el segundo impacto y acaba en el rough. Deja el chip a metro y medio, pero yerra: bogey al canto: +1. Y, lo que es peor, desesperación y mohínes al público.
La vuelta seguía enredándose, como su vuelta, de nuevo en la hierba alta en el 13, el tercer par cinco, tras un buen drive. El chip es pobre y patea para birdie desde muy lejos. No emboca y salva otro par de metro y medio. Alivio. El 14 lo arregla con otro par y en el 15 falla la calle, no puede llegar a green de dos y todo termina en bogey: +2. El público estaba ojiplático porque todo le salía al revés a Jon. Resoplido.
La alegría del 16 no pudo ser coronada con un birdie en el 17 o en el 18, ese hoyo mágico donde selló su triunfo en 2017. Al final terminó con +1. Rahm no acababa sobre par desde la primera ronda del Hero World Challenge, a principios de diciembre, aunque no cuenta oficialmente para el PGA Tour. Por tanto, la última vez que jugó por encima del par fue en julio en la primera ronda de The Open (73 golpes). Antes, ese mismo mes, en el Open de Escocia se anotó un 74 en la tercera vuelta.
Desde el puesto 116 de la clasificación tendrá que reponerse y salir este jueves a por todas para voltear la situación. Seguro que mejora sus prestaciones porque las estadísticas no engañan y este miércoles fueron ramplonas: 11 de 18 greenes en regulación, ocupó la posición 88 en putts y alcanzó sólo la mitad de las calles.
El liderato no entra en las previsiones, sólo el corte, al menos de momento. Mandan en la tabla los estadounidenses Sam Ryder y Brent Grant junto al inglés Aaron Rai, con -8. Steele es cuarto en solitario con -7 y con un golpe más hay un grupo de siete jugadores. Del Top 10, sólo Sam Stevens y Andrew Novak jugaron el South Course, como Rahm; los otros nueve compitieron en el North Course, donde este jueves estará Jon, quien, pese a la discreta vuelta, no faltó a su cita con los aficionados y se hinchó a firmar autógrafos. Ahí siempre demuestra su grandeza.
