Jon Rahm (-12) ha finalizado el Phoenix Open con una excelente ronda de 67 golpes que le ha llevado a la décima posición definitiva en la tabla, a cuatro golpes del resultado que hacía falta para llegar al desempate que terminaban jugando Patrick Cantlay y Scottie Scheffler. Nada nuevo bajo el sol. Pero absolutamente nada, como ahora se verá.
Y es que los registros del español en este torneo causan auténtico estupor porque prácticamente se repiten año tras año, una situación insólita en un deporte tan maleable e impredecible como el golf. Jon nunca ha sumado más de 274 golpes en las cuatro jornadas del Phoenix Open, pero es que además nunca ha sumado tampoco menos de 271. O lo que es lo mismo: su peor acumulado es de -10 y el mejor de -13. De brujería, si tenemos en cuenta que ya ha disputado siete ediciones y que, como es obvio, no siempre se dan exactamente las mismas condiciones de juego (es el torneo que más veces ha jugado desde que es profesional). Sople un poco más o un poco menos el viento; esté como esté el rough; con greenes un poco más blandos o más firmes; con un ‘field’ más potente o algo más liviano… Sea como sea y ocurra lo que ocurra Jon se ha movido siempre en los mismos parámetros.
Esta semana su media de golpes en el Stadium course del TPC Scottsdale es justo de 68 golpes en las cuatro rondas, pero es que su media de golpes en el total de las 28 rondas de competición que ya ha disputado es casi clavado, de 68,14. Además, el décimo puesto que acaba de rematar no difiere demasiado del que ha conseguido en años anteriores, salvo en 2015, todavía de amateur, cuando terminaba en quinta posición con el mismo resultado de -12 que este año. Fue 16º en 2017, 11º en 2018, 10º en 2019, 9º en 2020, 13º en 2021… El genuino y verdadero torneo de la marmota.
“Me suele ocurrir en este torneo que juego bastante bien de tee a green, pero luego no consigo hacer resultado en los greenes”, señalaba el de Barrika nada más finalizar la última ronda. No obstante, y a pesar de las ganas que tiene de hacerse con este trofeo, su primera reflexión era positiva: “esta semana sólo me he sentido bien con el swing en la primera ronda y en los segundos nueve de la última. Es algo que me está pasando este año. No es que el swing esté mal, pero no me encuentro totalmente cómodo y de todas maneras ya he hecho un segundo puesto y un tercero, y creo que eso quiere decir que estoy trabajando muy bien”.
Hoy le ha costado poner de verdad en marcha su marcador, lo que conseguía en el tramo de los hoyos 13, 14 y 15, donde pescaba dos birdies y un eagle. Todavía iba a disponer de dos buenas opciones en los hoyos 17 y 18, pero no las convertía. Jon, en efecto, ha estado muy sólido de tee a green, pero en los dos primeros tercios de la vuelta, después de pegar unas cuantas salidas magníficas, no conseguía dejar la bola cerca del hoyo con un wedge en las manos. Probablemente a esta parcela en concreto se refiera el jugador vasco cuando explica a que no se encuentra totalmente cómodo con el swing…
