No hay prenda de ropa de Purdue que pase desapercibida para un jugador criado en la Universidad de Indiana. Como buenos vecinos son rivales encarnizados. Por eso, cuando Jorge Campillo, uno de los mejores golfistas hoosiers de la historia, llegó este domingo al tee del 1 del PGA National esbozó una sonrisa. El caddie de Adam Schenk, su compañero de partido para la última ronda del Cognizant Classic at The Palm Beaches, lucía con orgullo y, por supuesto, toda la intención una gorra de Purdue.
El caddie de Schenk sabía perfectamente quién era Campillo y lo que supuso para el golf universitario de Indiana en su etapa amateur. No en vano, era Rob Bradley, actual entrenador jefe del equipo de golf masculino de Purdue, un equipo al que perteneció en el pasado el propio Schenk, natural de Vincennes, Indiana. Bradley ha llevado la bolsa de su antiguo pupilo como algo especial esta semana, ya que el habitual no podía hacerlo. Una vez vio que iban a jugar con Campillo, la gorra de Purdue no se la iba a quitar nadie.
Así las cosas, ha habido derbi de Indiana hoy en el Cognizant y ha ganado el hoosier. El español ha entregado una tarjeta de 67 golpes, su mejor resultado de la semana, y se ha impuesto con un golpe de ventaja sobre Schenk.
La anécdota se ha producido en el hoyo 18. Jorge ganaba por un golpe en este clásico particular y los dos estaban en la calle. Bradley le ha dicho a Schenk que buscaran el green de dos para tratar de empatar o ganar ‘al de Indiana’. Ha pegado un buen golpe y se ha quedado en la entrada de green. Campillo también ha ido de dos y ha terminado en el búnker. Si hacía approach y putt obligaba a Schenk al eagle para empatar. Pues bien, Jorge ha estado a punto de embocar desde la arena, pero la bola ha pasado rozando. Sí ha hecho el birdie y Schenk no ha conseguido el eagle por lo que el derbi se ha ido para Indiana. «Nunca he perdido contra un jugador de Purdue y no iba a ser hoy la primera vez», comentaba sonriente entre bromas y veras el propio Campillo a Ten Golf.
Por cierto, más allá de este pique absolutamente sano, Bradley ha reconocido a Campillo como una auténtica leyenda de la Universidad de Indiana. No en vano, el español es el mejor jugador de la historia de los hossiers en dura pugna con Jeff Overton, por cierto su anfirtrión esta semana, puesto que Jorge se ha quedado en su casa. Más pimienta para el duelo de hoy.
La vuelta de 67 golpes de Campillo, con seis birdies y dos bogeys, le ha permitido ganar algunas posiciones en la clasificación y, sobre todo, le ha sacado la espina que tenía clavada tras los últimos nueve hoyos del sábado, tramo de la semana donde se le escapó haber peleado, por qué no, por un hueco en el top 15 o top 20 del torneo. Hoy, más descansado, ha recuperado las buenas sensaciones de tee a green y ha vuelto a patear de manera notable, más allá de alguna ocasión que se le ha escapado.
En el momento de publicar esta historia, el juego en el Cognizant está detenido porque el campo está injugable por una fuerte tormenta que ha caído. Veremos si da tiempo a acabar hoy. De momento, Campillo ha subido nueve posiciones y se encuentra en el puesto 52º. Se están viendo resultados muy bajos porque el campo está realmente receptivo con la lluvia.
