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Séptima edición del The Match en el Pelican Golf Club de Florida

Thomas fue el mejor, Spieth el héroe, Rory sufrió con el putt y Tiger jugó al despiste

Ten Golf
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Jordan Spieth y Justin Thomas
Jordan Spieth y Justin Thomas celebran su triunfo en el The Match.

Se cumplieron los pronósticos en la séptima edición del The Match y la pareja Justin Thomas – Jordan Spieth se impuso por 3 y 2 a Tiger Woods y Rory McIlroy. Lo cierto es que no hubo color en el Pelican Golf Club de Florida. Thomas y Spieth se pusieron por delante en el segundo hoyo del partido y dominaron el duelo con facilidad. Tiger, muy errático al principio, y McIlroy sólo pudieron ganar un hoyo de los 10 que jugaron.

Woods jugó al despiste en Bahamas y en los días previos a este enfrentamiento solidario. Seguramente, formaba parte del plan de marketing. Había que captar la atención del público y, sobre todo, las ganas de ver cómo estaba el golf de Tiger. Apenas unos minutos antes de empezar el The Match, Woods finalmente confesó: «llevó dos semanas y media sin pegar una sola bola. Necesitamos que Rory haga ocho birdies hoy si quieres ganar».

Ahí sí dijo la verdad. Tiger empezó con birdie, el único que hizo en toda la noche. El hoyo 1 era un par 4 corto de 310 yardas. Pegó el drive y la dejó justo a la entrada de green, bien colocada. Firmó un muy buen chip y la dejó a menos de dos metros. Dentro. Thomas le empató con otro birdie fácil, dado.

A partir de ahí, prácticamente ya sólo hubo una pareja en el campo. Thomas ganó el hoyo 2 con un putt de seis metros, Spieth ganó el 3 con un putt de cuatro metros y medio y Thomas volvió a ganar el 4, el hoyo más divertido del The Match, con un par. Fue el más divertido porque sólo se podía jugar con un palo. Es un par 4 de 447 yardas. Thomas jugó con una madera 5 y firmó una valiosísimo par, con un excelente approach y putt desde fuera de green. Spieth jugó con un hierro 4, Rory con un hierro 3 y Tiger no lo desveló. Líos variados y simpáticos.

Los hoyos 5 y 6 quedaron en tablas. Aquí Tiger ya empezó a jugar algo mejor. En el hoyo 2 había pegado un golpe muy malo de segundo y en el 3 acabó en el búnker con otro golpe pobre. Se le notaba el óxido de mucho tiempo sin jugar y sin practicar. Pero desde el 5, al menos, fue competitivo, para alivio de su hijo Charlie, con quien jugará la próximas semana.

El hoyo 7 fue el único que ganó la pareja Woods y McIlroy. Lo logró Rory con un gran putt de algo más de tres metros para birdie. Thomas tuvo la oportunidad de empatar el hoyo con un putt más cercano que Rory, pero lo falló. Se colocaban a dos.

Poco duró el espejismo. Thomas ganó el hoyo 8 con un gran birdie, uno más, y lo dejó visto para sentencia. Tres arriba y cuatro a jugar. Empataron el hoyo 9, donde Rory y Tiger tuvieron putts para ganar bastante razonables, y liquidaron el partido en el 10 con un excelente birdie de Spieth desde la pinaza. Falló la salida, pegó un segundo golpe heroico y metió un putt de unos dos metros metros. Sensacional. Bien es cierto que Thomas la tenía aún más cerca…

Así las cosas, mucha diversión, muy buen rollo entre todos, Thomas poniendo mucha pimienta en sus comentarios, imitando a Spieth, vacilando a Tiger, una magnífica recaudación para ayudar a compensar los daños causados por el huracán Ian… y poco más. No es posible determinar realmente cómo está el golf de Tiger por lo visto ayer. Veremos si de aquí al comienzo del PNC Championship la próxima semana con Charlie, puede afinar un poco más su preparación y se ven más cosas. Apostaríamos a que sí. Sea como fuere, Rory y Tiger lo habrían peleado un poco más de haber estado más acertados en los greenes y de no haber tenido enfrente a un ‘despiadado’ Thomas. Lo mejor de todo es ver lo realmente en serio que se lo toma el campeón del PGA Championship en 2022. Así mola más.