– Akshay Bhatia (-15) entregó este sábado una tarjeta de 68 golpes en la tercera jornada del Valero Texas Open para poner a tiro su segunda victoria en el PGA Tour. Tiene cuatro golpes de ventaja sobre Denny McCarthy (-11), siete sobre Brendon Todd (-8) y ocho sobre Hideki Matsuyama (-7) y Russell Henley (-7).
– Bhatia podría cerrar este domingo una bonita historia. Si gana, se clasificará para el Masters, convirtiéndose en el primer participante del Drive, Chip and Putt, concurso para niños que se celebra en Augusta National el domingo previo al torneo, que juega el Major. Lo disputó en 2014 y terminó sexto en la categoría de 12-13 años.
– El líder tiene 22 años, es zurdo y de origen indio. El sábado, antes de salir a jugar su ronda y tras una conversación con su psicólogo, se grabó en la muñeca un mensaje: race my race. Que viene a ser algo así como «tú, a tu bola», preocúpate sólo de lo tuyo y no mires a los demás. No le fue nada mal.
– Todo apunta a duelo entre Bhatia y McCarthy, puesto que el resto de jugadores andan demasiado lejos. McCarthy, seguramente el mejor pateador del mundo en estos momentos, está haciendo de las suyas en el TPC San Antonio. En tres rondas acumula 70 putts. El récord histórico del PGA Tour desde que se contabilizan estos datos está en peligro. Está en poder de David Frost con 92 putts en el Heritage de 2005. La cifra mágica este domingo es 21 putts. Si alguien puede hacerlo es McCarthy. Y si lo hace, pondrá contra las cuerdas a Bhatia.
– Ludvig Aberg (-6) se ha metido en la sexta posición tras firmar una sensacional ronda de 67 golpes en la tercera ronda. Otra vez en los puestos de arriba. No obstante, lo más llamativo de su ronda fue que partió el driver durante el golpe de salida en el hoyo 17, un par 4 de 300 yardas donde se puede tirar de uno a green. El sueco ejecutó el golpe y la cabeza se desprendió de la varilla. Lo más increíble fue que la bola acabó en green con una clara oportunidad de eagle.
– Rory McIlroy (-5) se ha descolgado de la pelea por la victoria. Aunque a jugadores como él nunca se los puede descartar, lo cierto es que está muy lejos de la cabeza. Diez golpes se antojan demasiados. El principal problema del norirlandés este sábado fue el driver. Sólo cogió cuatro calles, muy poco para poder ser competitivo. Esto es lo malo pensando en Augusta. Lo bueno es que cazando cuatro calles, en un campo muy exigente, logró firmar una ronda de par.
