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La historia de Ho Sung Choi es aún más estrafalaria que su swing

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Ho Sung Choi. © Asian Tour
Ho Sung Choi. © Asian Tour

Ho Sung Choi y su swing único harán su debut en Estados Unidos hoy jueves en el AT&T Pebble Beach Pro-Am. Seguro que todos han tenido ocasión de ver su increíble manera de golpear a la bola, pero es muy probable que no tantos conozca la historia que hay detrás.

Choi nació en la casa de su familia el 23 de septiembre de 1973, en Pohang, una ciudad portuaria de Corea del Sur, aproximadamente a 370 millas al sureste de Seúl. Los recursos médicos eran limitados, ya que su familia tenía poco dinero: su padre era pescador y trabajaba en un bote, mientras que su madre era buceadora. Su hogar estaba tan cerca del mar del Este que el joven Choi a menudo tenía que sacar cubos de agua y arena del patio delantero después de que una de las frecuentes tormentas que azotaban su vecindario.

Dada la ubicación de su hogar familiar y la ocupación de sus padres, no es de extrañar que Choi haya crecido como un apasionado del mar. Una historia publicada en la revista Golf señalaba que Choi era un «niño intrépido que disfrutaba con el desafío de nadar en tifones cuando el agua estaba en su momento más peligroso. A veces, acababa atrapado en remolinos que le obligaban a patear furiosamente para escapar”.

«Era un niño intrépido que disfrutaba con el desafío de nadar en tifones cuando el agua estaba en su momento más peligroso»

Con 19 años estaba a punto de graduarse de una escuela especializada en trabajos para la industria pesquera cuando sufrió un accidente con una motosierra mientras cortaba atún. “La consecuencia fue perder una parte de mi pulgar derecho», dice Choi.

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Se volvió a colocar el pulgar a través de un injerto de piel que incluía un trozo de su estómago. Aunque no es un impedimento para jugar al golf, asegura que todavía le causa dolor cuando hace frío.

Debido a la lesión, Choi quedó exento de la mili coreana. Durante este tiempo, pasó de un trabajo a otro en compañías de acero y mineras, así como en otros desempeños que requerían mucha mano de obra, como el reparto de alimentos. Como explica Choi, «estaba muy perdido en esa época y no sabía qué hacer”.

A los 25 años, Choi encontró un trabajo a tiempo parcial en el Anyang Country Club, que recientemente había sido renovado por el arquitecto Robert Trent Jones Jr. para reforzar un diseño que tenía casi tres décadas. Choi tenía poco interés en jugar golf de forma regular… hasta que se produjo un cambio en la administración del club en 1997. «El gerente alentó a todos los empleados a experimentar el golf», recuerda Choi. Así que Choi se volvió más serio con el deporte, enseñándose a sí mismo de una manera única.

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«No tenía entrenadores, ya que era caro», dice, «pero hubo muchas revistas de golf de las que aprendí. Intenté copiar los swings de golf de Tiger Woods, Ernie Els y Annika Sorenstam. Por supuesto, todo fue mediante fotos, ya que no había video, pero pude aplicarlo”.

«No tenía entrenadores, ya que era caro, pero hubo muchas revistas de golf de las que aprendí. Intenté copiar los swings de golf de Tiger Woods, Ernie Els y Annika Sorenstam»

Cansado de pasar de un trabajo a otro, y como cada vez disfrutaba más jugando al golf, Choi dio el siguiente paso y decidió averiguar si podría ganarse la vida como golfista profesional.

Comenzó como semiprofesional y a partir de 2001 se dedicó a tiempo a completo, buscando oportunidades de jugar tanto en Corea como en Japón. Tenía 29 años. «Viví año tras año en una lucha», dijo a la revista Golf. «Pero tenía clarísimo de que el golf era todo lo que tenía».

En el Welli Hilli Country Club, a unos 90 minutos de Seúl, Choi ganó por primera vez. Conquistó el Hana Tour Championship de 2008 del circuito de Corea. Tres años después, ganó su segundo evento en Corea, el Lake Hills Open. Después, en 2013, jugando esta vez en el circuito de Japón, ganó el Campeonato de la PGA de Indonesia a finales de marzo por dos golpes. En el torneo había algunos veteranos conocidos como Daniel Chopra o Jeev Milkha Singh.

No obstante, lo más importante que le ocurrió en 2013 a Choi no fue esa victoria. En aquel año desarrolló un swing de golf con un finish tan inusual que se convertiría en una sensación de Internet unos años más tarde.

Así lo explica él: “Se trataba de sobrevivir. La nueva generación de golfistas es muy fuerte y está en forma, y ​​estos muchachos pueden llegar muy lejos con la bola. A medida que me fui haciendo mayor, necesitaba hacer algo o me convertiría en un golfista normal. Recuerdo que estaba probando el swing actual cuando toqué fondo en 2013, aunque no se convirtió en mi swing de golf “estándar» hasta hace aproximadamente un año”. El swing, dice Choi, ha agregado aproximadamente 13 yardas a su distancia, con un vuelo estándar de unas 282 yardas. «Esta es una gran ventaja para mis segundos golpes, ya que hay un palo de diferencia», afirma.

“Se trataba de sobrevivir. La nueva generación de golfistas es muy fuerte y está en forma, y ​​estos muchachos pueden llegar muy lejos con la bola. A medida que me fui haciendo mayor, necesitaba hacer algo o me convertiría en un golfista normal»

Choi siguió volando bajo el radar, al menos en lo que se refiere a la fama, durante algunos años, incluso después de comprometerse con su nuevo swing. Tras colocarse 326 del mundo después de ganar en Indonesia, cayó al puesto 795 finales de 2015.

Su swing empezó a ser conocido gracias a un fotógrafo de la versión japonesa de Golf Digest, que había estado siguiendo a Choi y tomando fotos de él en varios torneos. Fue él quien encontró el apodo perfecto. “Cada vez que editaba sus fotos de mí”, dice Choi, “tenía que pensar en un pie. Entonces pensó que mi swing le recordaba a un pescador lanzando su anzuelo y decidió llamarlo así”. El swing del pescador.

Aún así, no fue hasta el verano de 2018, cuando encadenó tres top ten en cinco torneos, cuando su swing empezó a hacerse famoso. Su swing único ahora era efectivo, y como ya se sabe, la gente en general siente curiosidad por todo lo que es diferente.

Choi ha aprendido a apreciar la atención que ha recibido, al mismo tiempo que la pone en la perspectiva adecuada. «Me resulta hilarante cada vez que veo los vídeos», dice sobre su swing. «Pero realmente no sé qué pasa mientras juego, ya que estoy demasiado concentrado”. Realmente no importa cómo se vea el swing, siempre y cuando esté obteniendo los resultados correctos. «Como todos somos diferentes, no podemos tener el mismo swing de golf”.

Los resultados buenos siguieron llegando: en noviembre ganó el Casio World Open en el Japón Tour, y luego, en su primer torneos en 2019, terminó decimosegundo en el Singapur Open. Eso lo movió, a sus 45 años, al puesto 194 en el mundo, el más alto en su carrera.

Según el San Francisco Chronicle, Steve John, director del torneo de AT&T Pebble Beach, recibió un correo electrónico el 7 de enero de un representante de Choi, preguntando si el torneo podría estar interesado en ofrecerle una invitación. John se mostró interesado, obtuvo la aprobación del comité del torneo y puso a disposición de Choi una de las cuatro invitaciones. El coreano aceptó, y esta semana será su estreno en los Estados Unidos.

Steve John, director del torneo de AT&T Pebble Beach, recibió un correo electrónico el 7 de enero de un representante de Choi, preguntando si el torneo podría estar interesado en ofrecerle una invitación

«Su swing es bastante impresionante, va a ser una historia divertida», le dijo John a The Chronicle. «Piensas en lo que Bing Crosby puso en marcha en 1937 con este torneo, y fue en reunirse con amigos de Hollywood y pasar un buen rato». Este tipo se divierte jugando al golf. Es una buena opción para nuestro torneo”.

Entonces, ¿qué piensa Choi de toda la atención que recibe de un país que nunca visitó hasta esta semana? «Es divertido ver a tantos aficionados estadounidenses que aprecian mi swing de golf», dice. «Es un gran honor que no sean sólo los japoneses y coreanos a quienes les gusta mi swing. También es por ellos por lo que estoy jugando este deporte. Quiero cumplir con sus expectativas y me he preparado de la mejor manera posible para jugar bien en Pebble Beach”.

Aunque nunca ha jugado al golf en Estados Unidos y está haciendo su primera visita, Choi tiene altas expectativas. «Tengo la sensación de que voy a jugar bien», dice. «No hay objetivos específicos, pero tengo el presentimiento de será así. Como es mi primera vez, no estoy al tanto de los alrededores del campo de golf. Sin duda exploraré el área y quizás también tenga la ocasión de comer mi primera hamburguesa estadounidense”.

Su esposa, Whang Jina, maneja todos los asuntos comerciales de su esposo, y también es la madre de los dos hijos adolescentes de Choi, Seo Hyun y Seo Ho. Sus hijos no están interesados ​​en seguir los pasos de su padre como golfista. Prefieren ser músicos. «Espero que puedan ser tan divertidos como yo», sonríe Choi.

«Estoy realmente agradecido y me siento honrado de tener tantos seguidores que me ven de todo el mundo, especialmente en Estados Unidos ahora», dice. «Solo soy un chico normal que juega golf para ganarse la vida».