Pues no, el recorrido del Vidanta Vallarta, sede del Abierto de México, no es el más complicado del año en el PGA Tour. Pero de ahí a considerar que el 61 de Jon Rahm (-17) o el 63 de Akshay Bhatia (-17), firmados en la tercera jornada, son faenas de trámite, media un abismo. Un 61, por ejemplo el de Jon, sea en tierras mexicanas o en el patio trasero de casa, es una pequeña gran hazaña.
Mucho más si se firma en el día del movimiento, saliendo a seis golpes de la cabeza y, por tanto, con la necesidad imperiosa de recortar el margen ante un rival de espaldas anchas, como era Tony Finau (-19), que ha necesitado un 65 para mantener el liderato con cierta solvencia. Vaya ronda final nos espera, con los dos grandes favoritos en el partido estelar del domingo.
Además, el viento ha soplado, como suele ser habitual por estos pagos de la costa oeste mexicana, lo que siempre complica las maniobras. Así que, en fin, estos tres registros citados, el 61 de Jon, el 63 de Bhatia y el 65 de Finau, han sido de largo los tres mejores del día, excepcionales y bastante lejos de la media.
No, ciertamente es imposible que un 61 salga de una jornada de trámite. La perfección, en según qué materias, no existe. El golf es una de ellas. Siempre habrá quien pueda argumentar que existía una posibilidad real de haberlo hecho todavía mejor. Así que la vuelta de Jon Rahm no ha sido seguramente perfecta, pero por momentos lo parecía. La perfección no existe, porque seguro que el propio Jon podría sacarle algún defecto a esta ronda sublime de golf que una vez más le ha puesto mirando al triunfo. Quizá esa salida al bunker en el hoyo 18, el último par 5 del recorrido). No existe, ni falta que le hace a este jugador, capaz de producir más que suficiente a las duras, y en abundancia exuberante a las maduras…
Cómo le corría la bola en los greenes. Vaya puros que ha enchufado, sobre todo aquellos de los hoyos 1 y 3, para calentar la ronda en modo microondas. Vaya fiabilidad la suya desde el tee. Vaya disparos con toda la gama de hierros y con mención especial para el del hoyo 8, donde se dejaba dado el birdie desde cerca de 180 metros.
Vaya excitante manera de hacernos soñar con un 59, incluso con un 58, según pasaban los hoyos.
Entre Tony Finau, Jon Rahm, Akshay Bhatia y Brandon Wu debe estar el ganador. De acuerdo, todos los focos se concentran ya en la pelea entre el Número Uno del mundo y el prodigio de Utah, pero no es mala idea concederles también la etiqueta de serios candidatos a Bhatia y Wu. Se la han ganado. Y mientras llega o no el quinto triunfo del año, el de Barrika también ha dado un paso de gigante en esa permanente lucha por el trono mundial, en este caso por mantenerlo. Necesitaba un top 5 esta semana para seguirlo siendo después de la disputa del Wells Fargo, torneo ‘designado’ en el que no estarán ni él ni Scheffler, objetivo que ahora mismo tiene mucho más cerca después de este fabuloso 61 de puro trámite extraterrestre.
