Hace muchos años que Jon Rahm tenía claro que su sueño, su obsesión, su deseo, entre otros, era ser Número Uno del mundo. Se lo dijo a sí mismo delante del espejo más de cien veces. También se lo soltó a su entrenador cuando tenía apenas 14 años. Aquí y allá lo ha ido diciendo a quien él ha considerado oportuno y le ha querido escuchar. Desde que en 2018 tuvo la primera oportunidad de atrapar el objetivo, han sido varias las veces que ha expresado en voz alta ante los medios que era una de sus metas. Sin embargo, en todo este tiempo, hasta hace bien poco, nunca lo había llegado a escribir en un papel: «Quiero ser Número Uno del mundo». Hoy, en la comparecencia oficial antes del WGC FedEx St Jude Invitational, ha contando cuándo y por qué lo hizo.
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Hay que remontarse unas semanas atrás. En pleno parón del golf mundial por la pandemia de COVID-19. Cuando el bicho nos tenía a todos encerrados. Unos empezaron a hacer gimnasia en casa, otros compraron papel higiénico, hubo quien desempolvó el libro de recetas de la abuela y, mientras, Jon Rahm, agarró un bolígrafo y un papel y escribió: «Objetivo: ser Número Uno del mundo». Dio un paso más allá. ¿Por qué justo en ese momento? «Creo que en cierto modo me estaba engañando al no considerarlo un objetivo y andar siempre diciendo que cada semana es igual a la anterior y no darle más importancia. Está claro que necesitas jugar bien al golf cada semana para ser Número Uno, pero no fue hasta que lo escribí, hasta que lo verbalicé, cuando definitivamente me lo metí en el cerebro. Me ayudó durante la cuarentena a tener una especie de luz al final del túnel, una razón para intentar jugar cada día mejor golf en esa etapa complicada», explicó en Memphis.
Objetivo: apretar las tuercas a la flor y nata
Desde luego, no ha tardado nada en verbalizarlo y hacerlo realidad. Ahora bien, que haya sido rápido no quiere decir que vaya ser pasajero, más bien al contrario. Jon tiene muy claro que ha llegado a lo más alto del escalafón. Mundial para quedarse. No es una mera visita. Se trata de una conquista. «Es un objetivo cumplido, pero yo soy una persona que continuamente estoy escribiendo nuevos objetivos, a veces varias veces en un año. Ahora la idea es seguir en el Número Uno. Ojalá durante los próximos 20 años. Llegar aquí es fantástico, pero al mismo tiempo, lo único en lo que pienso es en seguir mucho tiempo. Es algo para lo que me he preparado. No se trata sólo de llegar, sino de mantenerme durante un largo tiempo. Ese es el objetivo de todos nosotros. Es un logro cumplido, pero queda mucho por delante, campeonatos del mundo, Majors, FedEx Cup… Hay que ir semana a semana y se trata de ganar siempre. Aún queda mucho bueno por hacer y muchos logros que quiero conseguir. Al final, sólo busco cómo ser cada día mejor jugador de golf. El proceso es ser hoy mejor que ayer. Mejorar y seguir trabajando».
Jon Rahm estrenará el Número Uno del mundo con el jugador de moda
Es el discurso de un gran campeón con una ambición que no tiene límites. Cada listón que supera es simplemente la excusa para ponerse uno más alto. Crecer como persona y como jugador es un modo de vivir para Jon. Asegura que ha asumido que es el Número Uno del mundo y no tiene ningún miedo a demostrarlo semana a semana. «Sería tonto por mi parte decir que no pienso que soy el mejor jugador del mundo aquí. Seguro que todos los grandes jugadores que están en Memphis están pensando lo mismo. En golf necesitas demostrarlo cada semana. Así al menos afronto yo cada semana. Ser Número Uno es un honor, un objetivo. Es algo que llevaba tiempo persiguiendo y estoy muy honrado de haberlo conseguido, sabiendo lo duro que he trabajado. Ser el segundo español después de Seve, teniendo en cuenta los grandes golfistas que ha habido en España y en Europa en los últimos años y que no lo han podido conseguir, es algo único. Incluso mi amigo Phil, cinco veces campeón de Grandes, no lo ha podido lograr, aunque es cierto que se encontró con Tiger Woods«, afirma el golfista de Barrika, poniendo en perspectiva su gran logro.
