Fallar un corte sienta a cuerno quemado a cualquier profesional que se precie. Mucho más si son dos seguidos. Y si encima uno no tiene la costumbre de estar sin jugar el fin de semana, para qué contar. Esto le ocurrió a Jon Rahm el pasado mes de mayo. Se quedó fuera del PGA Championship y a la siguiente semana volvió bajarse del tren antes de tiempo en el Charles Schwab Challenge. Dos de dos. Extraño y molesto. Era la segunda vez en su carrera que se dejaba dos cortes seguidos en el camino.
Matsuyama vuela, Jon resiste y Tiger y Rafa, en el alambre
La reacción ante una situación así no es fácil de calibrar. Cualquier corte fallado suele ser un torpedo en la línea de flotación de la confianza de cualquier jugador, sin embargo Jon no se cansaba de repetir hace tres meses que no había que encender ninguna alarma. Todo seguía bajo control. Se limitó a decir que eran gajes del oficio y que pronto cambiaría la dinámica. Cero preocupación. O al menos eso parecía de puertas hacia fuera…
Han pasado 85 días desde aquella segunda ronda en el Colonial Country Club en la que Rahm tuvo que hacer las maletas y el tiempo no ha hecho más que darle la razón al golfista de Barrika. No había nada por lo que alarmarse. Su reacción a aquella situación atípica y negativa ha sido extraordinaria. Su verano está siendo fabuloso y la racha después de aquellos dos cortes seguidos fallados es asombrosa.
VÍDEO | Exhibición de ‘Spanish hands’ de Rahm y Rafa en Medinah
Vamos rápidamente con los números… Jon ha disputado, incluidas las dos que lleva en el BMW Championship, un total de 26 rondas de golf desde que falló el corte en el Charles Schwab Challenge. De todas ellas, en torneos del PGA Tour y del European Tour (siete en total), 17 fueron por debajo de 70 golpes, lo que equivale prácticamente a dos tercios. Su media de golpes en este tramo, que curiosamente coincide con el verano, es de un fabuloso 68,42. Rahm no cierra por vacaciones, más bien al contrario, abre a lo grande.
Para que se hagan una idea del tremendo valor de este registro, en lo que llevamos de año nadie en el PGA Tour o el European Tour lleva una media de golpes inferior a esa, ninguno bajó de 69 en el Circuito Americano y apenas tres lo han hecho en el Circuito Europeo, entre ellos, por cierto Jon Rahm (68,95). Los líderes en media de golpes a ambos lados del Atlántico son Shane Lowry (European Tour con 68.88) y Rory McIlroy (PGA Tour con 69,06).
Están locos estos muchachos
Así las cosas, con estos datos en la mano, se entienden sus soberbias actuaciones desde que llegó la canícula. En los seis torneos que ha disputado desde junio, su peor resultado es un undécimo y tiene cuatro top 3. Veremos que es capaz de hacer en las dos rondas que quedan del BMW y en el Tour Championship, la Final de la FedEx que se disputa la semana que viene, pero de momento no hay nadie mejor que Jon este verano.
