Es un putt de derecha a izquierda de unos seis metros. Rápido. La caída es pequeña, casi imperceptible. Toque dulce, con mimo, como susurrando a la bola. La línea parece buena, pero libra una disputa hostil entre caer al hoyo o pasar de largo afilando el borde derecho. Hay que ayudarla. Jon Rahm lo sabe, se da cuenta y pega un último golpe de riñón.
Es un gesto físico. Como el de un sprinter en la línea de meta… La pelota le hace caso y acaba por girar a la izquierda. Lo justo. A la cazuela. Eagle. Hoyo 13. Bocinazo antes de la bocina. El de Barrika emboca y acto seguido se suspende el juego por falta de luz en la primera jornada del WM Phoenix Open. Ha jugado trece hoyos y marcha tres bajo par. Todo está en su sitio. Todo en orden. La vida sigue igual para Jon.
Es el sexto clasificado del torneo y con la vuelta inacabada sólo tiene a dos jugadores por delante, Jim Herman y Jason Day, ambos con -4. La hoja de ruta del golfista de Barrika se cumple. Está a dos golpes del liderato que ocupan, estos sí ya en la casa club, los canadienses Adam Hadwin y Nick Taylor.
Las condiciones de juego este jueves en Phoenix han sido complicadas. Ahí están los resultados para corroborarlo. Además, Rahm arrancaba con un bogey en el hoyo 1. No era el mejor presagio. No lo jugó mal, pero tres putts desde el antegreen lo traicionaron. No se puso nervioso, no se alteró. Más bien al contrario. Ofreció un recital de tee a green, con un swing poderoso, fluido, suelto, rebosante de convicción. Latigazo tras la latigazo.
Jon fue encontrando las calles, largo y dejándose la mejor situación posible para el segundo golpe. Una exhibición con el driver. Así fue generando opciones de birdie y sólo el putt, al que le costó entrar el calor, hizo que tardara más de la cuenta en dar la vuelta a la tortilla inicial. Dos opciones de menos de dos metros se le escaparon en el 3 y en el 5.
Tampoco se alteró. Jon no tenía prisa y cuando eso sucede casi es mejor apartarse. Hizo el birdie en el 4, uno más en el 6 y terminó con el citado eagle de bandera en el 13. El tercer eagle de su carrera en este hoyo, el segundo consecutivo, pues lo hizo en la cuarta ronda del año pasado.
Rahm ya está colocado arriba. No pudo acabar su vuelta porque el juego empezó con casi dos horas de retraso debido a las heladas mañaneras en el TPC Scottsdale. Así las cosas, este viernes tendrá un largo día por delante. Deberá jugar los cinco hoyos que le quedan más los 18 de la segunda vuelta. Se dará el gustazo, eso sí, de jugar dos veces en el mismo día el par 3 del 16. Marcha para el cuerpo.
