Inicio Grandes Circuitos PGA Tour Matsuyama sabrá perdonarnos…
el nipón lidera con una autoridad insultante el hero world challenge, mientras tiger no deja de avivar la llama

Matsuyama sabrá perdonarnos…

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Lo que son las cosas: mientras Hideki Matsuyama (-19) se empeña en demostrar que hoy en día no hay un jugador mejor que él en el mundo, los demás, o al menos por estos lares de la nube, no dejamos de darle vueltas al retorno de Tiger Woods (-8, hoy vuelta de 70 golpes).

El nipón atesora dos victorias, incluyendo una en el último WGC, además de un segundo puesto en sus últimas tres apariciones individuales (fue sexto en la Copa del mundo), y tiene en su mano otro triunfo más en el Hero World Challenge, con una ventaja de siete golpes de cara a la ronda definitiva, después de firmar un 65, el mejor registro en la tercera jornada, y de impartir una soberbia clase maestra en todas las parcelas del golf y en condiciones ventosas. Al mismo tiempo, Tiger Woods lucha por encontrar su mejor versión después de 466 días de ausencia en competición y alterna tramos de juego sublimes (este sábado comenzaba con cuatro birdies en los primeros cinco hoyos del Albany Golf Club) con otros más grises, como por otra parte parece lógico y normal en su situación.

Pero no nos reprochemos nada, es ley de vida. La épica de los cantares es de largo recorrido: el Cid Campeador escupía hacia arriba y los juglares contaban que había convocado a los dioses de la lluvia, pero antes, durante mucho tiempo, sólo fue un meritorio Rodrigo Díaz de Vivar…

Cada cual, por tanto, en su lucha. La de Matsuyama apuntaría más al Número 1 del mundo si no fuera por el obligado parón navideño, tanta es hoy la  profundidad de su juego. La del californiano se mueve en otros registros, aunque no de menos calado si nos atenemos a lo que está en juego, que es el progresivo retorno de una leyenda como la suya a la primera línea del golf mundial.

Es cierto que, igual que el jueves, el Tigre se desinflaba por los segundos nueve hoyos (dos bogeys y un doble bogey en el último tercio del recorrido), pero eso no significa que se estén inflando gratuitamente las expectativas, porque realmente Woods está mostrando cosas, tangibles e intangibles, que hace mucho tiempo no mostraba. Cosas que tienen que ver con el juego, por supuesto, y también con la actitud, la intención, las vibraciones que desprende su ser y estar en el campo…

Tiger no va a ganar el Hero World Challenge, pero después de 54 hoyos sí puede confirmarse que su actual estatus, su nivel de juego, está por encima de los fogonazos del virtuoso. Es seguro que hoy en día no va a bastarle un arranque arrebatador de vuelta para remover las certezas de todos sus rivales, como sí ocurría antaño, pero queda ya meridianamente claro que se encuentra en la buena senda y que en un periodo razonable puede y debe ser mucho más que la sal y la pimienta del plato.

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