Tres horas de tortura técnica, física y, sobre todo, psicológica. Tres horas de maltrato. Tres horas de una crueldad deportiva angustiosa. En tres horas pasó Aaron Wise (-7) de liderar el The Honda Classic con seis golpes de ventaja a colocarse tres por detrás. Nueve golpes de diferencia en apenas tres horas.
Si buscan en la RAE la definición de implosión encontrarán una foto de Wise en el PGA National. Una foto de hoy, claro. Matt Jones (-10) asistió al derrumbe con la tranquilidad y experiencia de un veterano y el sosiego de quien sabe que aún quedan 18 hoyos en el infierno antes de cantar victoria. Sí, tiene tres golpes de ventaja, y qué… No hace falta que se lo recuerden. Él mismo ha visto hoy con sus propios ojos lo que puede ocurrir en el territorio del oso.
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Wise empezó la tercera ronda del Honda Classic con el viento a favor. Salía como líder y, además, arañaba dos muy buenos birdies en los hoyos 2 y 4. El resto sufría para ir salvando pares. Fue aumentando su ventaja en cabeza hasta plantarse casi en el primer tercio de su vuelta con seis golpes de ventaja. Una situación de privilegio. Sin embargo, justo ahí comenzó la hecatombe…
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Fue en el hoyo 6, un pequeño rincón del PGA National que vive a la sombra de la Trampa del Oso aunque es un auténtico garrote vil. Si no estás en calle se convierte en un par 5. No hay más. El segundo golpe a green es inhumano. Wise falló la calle y se la jugó. No le salió mal, aunque bordeó la tragedia. El búnker evitó que su bola terminara en el agua. Su sacada no fue mala, pero falló el putt de tres metros para par y después falló el de vuelta de menos de un metro. Momento de desconexión. Ahí se le bajaron las persianas y su ronda se convirtió en la subida al monte Calvario.
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Wise cometió otro bogey en el 7, uno más en el 10 al fallar otro putt de menos de un metro y, de pronto, se subió la Trampa del Oso empatado en el liderato. Había perdido seis golpes de ventaja en nueve hoyos. Crueldad extrema. Desde luego, no es el mejor estado de ánimo posible para enfrentarse a una de las secuencias más duras del PGA Tour. Salió aún más golpeado. Bogeys en el 15, 17 y 18. Tortura consumada. Iba camino de reventar el torneo y metérselo en el bolsillo y acabó firmando una tarjeta de 75 golpes. Ahora mismo se hace imposible siquiera imaginar que mañana pueda volver a meterse en la pelea por la victoria. Si lo hace, habrá que descubrirse ante su resiliencia, puesto que el varapalo ha sido descomunal.
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El destrozo de Wise no puede empañar la gran vuelta de Matt Jones. El nuevo líder, el mismo que el jueves sacó las entrañas del oso con una vuelta de 61 golpes, ha entregado hoy una gran tarjeta de 69 y se ha colocado como máximo favorito al triunfo. Tienes tres golpes de ventaja sobre Wise y JB Holmes y cuatro sobre CT Pan, Cameron Tringale y Sam Ryder. Aún así, a esta misma hora (da igual cuándo lo lean), Jones se estará tentando la ropa y poniendo sus barbas a remojar. Si consigue recuperar y patear mañana igual que ha hecho tendrá mucho terreno ganado para levantar el trofeo, pero como la guitarra no esté igual de bien afinada ya puede entonando su réquiem.
