Matthieu Pavon saldrá hoy a jugar en el partido estelar de la última jornada del Farmers Insurance Open, a sólo un golpe del líder, el alemán Stephan Jaeger, y tiene una cita con la historia, sobre todo con la del golf francés, puesto que nunca hasta la fecha un jugador galo ha ganado un torneo del PGA Tour. El dato es tan sencillo como sobrecogedor.
No es que Francia haya sido nunca una gran potencia en el deporte de los catorce palos, sobre todo al máximo nivel profesional, y de hecho la victoria de Arnaud Massy en el Open de 1907 sigue siendo la única del golf francés en los majors. Pero una cosa son los Grandes y otra el calendario regular del PGA Tour, por más que sea el circuito más importante del mundo, así que el dato llama realmente la atención.
Hay que significar que Martin Trainer, jugador nacido en Marsella, ganó en 2019 el Puerto Rico Open, un torneo de la segunda fila del PGA Tour, pero que cuenta como tal. Sin embargo, lo hizo en su día bajo bandera estadounidense. Trainer tiene la doble nacionalidad, puesto que además de nacer en Marsella, su madre es francesa, pero hasta 2022 compitió bajo la bandera de las barras y estrellas, y fue precisamente en 2022 cuando solicitó formalmente a la Federación francesa defender la bandera gala, con el objetivo primordial de luchar por meterse en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Anduvo cerca Victor Dubuisson en el WGC Match Play de 2014, cuando perdió la final ante Jason Day. Por no hablar del US Open de 2010 en Pebble Beach, en el que Gregory Havret estuvo a punto de sorprender a todos, o de aquel play off de desempate multitudinario en el Open de 2002 que Thomas Levet terminó perdiendo ante Ernie Els y aquel otro Open que Jean Van de Velde entregaba en bandeja de plata a Paul Lawrie en 1999.
No hace falta señalar que a Pavon le queda lo más difícil, rematar la faena, en un campo, el recorrido Sur de Torrey Pines, que no deja apenas margen al error. Eso sí, Pavon firmaba en tal recorrido un espectacular 65 en la segunda ronda, siendo de largo el mejor del día. El jugador francés, además, se está jugando su presencia en el Signature Event de la semana que viene, en Pebble Beach. Ahora mismo estaría dentro, pero tampoco lo tiene asegurado al ciento por ciento, ni mucho menos. Un doble objetivo de campanillas y una posibilidad real de escribir una página de oro en la historia del golf francés. No está nada mal para ser un recién llegado al otro lado del charco.
