– Mientras al otro lado del charco Djokovic gana su primer Roland Garros ante Murray, puede ocurrir perfectamente en el deporte de los catorce palos que se citen los Números 1, 2 y 3 del mundo en un torneo de gran calado como el Memorial y el domingo se jueguen el torneo en un play off de desempate dos jugadores que todavía no han conseguido una sola victoria en el PGA Tour…
Así ha ocurrido, en efecto, en el Muirfield Village Golf Club, la casa de Jack Nicklaus, donde William McGirt doblegaba a Jon Curran en el segundo hoyo de play off, tras haber finalizado ambos los 72 hoyos pertinentes con un acumulado de -15, un golpe de ventaja sobre Dustin Johnson (-14) y dos sobre Rory McIlroy, J. B. Holmes, Gary Woodland y Matt Kuchar. Estos dos últimos, Woodland y Kuchar, habían salido a jugar la última ronda como principales candidatos, líderes junto a McGirt, pero entregaban una última tarjeta de 73, una más en el día.
– McGirt salvaba una situación complicada en el primer hoyo de desempate con una formidable sacada desde la arena y acto seguido ganaba el torneo con otra fina recuperación desde el rough. Ventajas de tener el juego corto bien templado en el momento oportuno. Antes, había firmado una tarjeta libre de bogeys y un solo birdie, cazando 16 greenes en regulación.
Dentro de una par de semanas cumplirá 37 años y esta es su sexta temporada consecutiva en el PGA Tour. El año 2016 estaba siendo ya el mejor y más consistente de su carrera y ahora ya no queda duda al respecto. Vuelve a demostrarse que nunca es tarde en golf: 165 torneos ha tenido que jugar en el PGA Tour para ganar por primera vez.
– Jason Day (-9) necesitaba una última jornada eléctrica. Nada que por otro lado no pueda esperarse del australiano. Sin embargo, su ronda final de 74 le dejaba muy retrasado. Había comenzado con dos birdies en los cuatro primeros hoyos, pero a partir de ese momento prácticamente no volvió a coger ni una calle desde el tee. Demasiado lastre.
– Rafa Cabrera Bello (-4) finalizaba con otra vuelta de 71 golpes, una menos en el día. El canario se marcha de Ohio con unos registros impresionantes desde el tee, con más de un ochenta por ciento de calles cogidas a lo largo y ancho de las cuatro jornadas, y esta siempre es una gran noticia cuando se afronta un US Open en un campo temible como Oakmont. Pero sus hierros no han estado tan finos y tampoco ha pateado de lujo.
