Inicio Grandes Circuitos PGA Tour Moore, o el arte de estar siempre sin parecerlo

Moore, o el arte de estar siempre sin parecerlo

Compartir

Ryan Moore (-9) es el nuevo líder del Valspar Championship después de tres jornadas. No es la primera vez que aparece ahí arriba esta temporada. En realidad está en la pomada mucho más de lo que parece: suma cuatro triunfos en el PGA Tour y casi sesenta top-ten, y además se ha manejado con una extraordinaria naturalidad, no siempre valorada como se merece, entre los sesenta mejores del mundo durante los últimos seis años, siete si contáramos ya con el actual ejercicio, en el que lleva la misma o mejor línea.

Así que es mucho más que un líder de paja, siempre lo ha sido, por más que nunca haya ganado un torneo saliendo como líder en solitario el domingo. Será interesante comprobar si rompe esta estadística en el Copperhead del Innisbrook Resort (Palm Harbor, Florida), saliendo junto a Jordan Spieth (-8) en el partido estelar. Su vuelta de hoy ha sido, de algún modo, fiel reflejo de esa excelente trayectoria profesional que curiosamente se proyecta muchas veces como un estar casi siempre ahí sin parecerlo: comenzaba con doce pares consecutivos, e irrumpía desde la segunda fila con un sprint letal de cuatro birdies en el último tercio del campo.

Por detrás se va a jugar otra emocionante batalla. Rafael Cabrera Bello (PAR) no parece en disposición de luchar por la victoria; está demasiado lejos y en este recorrido (par 71) no es nada sencillo entregar tarjetas muy bajas. Sin embargo, todavía tiene a tiro el objetivo de un puesto dentro de los diez primeros, lo que le daría derecho a jugar el Valero Texas dentro de dos semanas, prolongando así el sueño americano y dándose una nueva oportunidad, hablando en plata, de pegar el pelotazo.

Las pistas que viene dando su juego son esperanzadoras, aunque por desgracia no garanticen nada. Este sábado ha vuelto a mostrarse muy consistente de tee a green. Sólido. La prueba es esa vuelta de 70 golpes, uno por debajo del par. Le ha faltado, si acaso, algo de chispa en los greenes, pero es que no es fácil patear alegremente en estos tapetes traicioneros. Embocaba hasta cuatro putts cortos para salvar el par, imprescindibles, pero luego no acertaba a dar la puntilla al campo en otros de birdie que andaban entre los dos y tres metros de distancia (hoyos 4, 14 y 17), o incluso en algunos más largos, esos que proporcionan ‘extra bonus’ tan necesarios cuando de verdad se trata de luchar por objetivos importantes. Sea como sea, se mantiene en la lucha de un modo muy meritorio y guarda en la manga una carta que debe saber jugar en la ronda definitiva: no tiene nada que perder.

Resultados en vivo del Valspar Championship