Tiger Woods está de vuelta en el tee de salida. El ganador de 82 títulos en el PGA TOUR es el jugador de golf del que más se habla en el mundo y está listo para hacer su reaparición en el Memorial Tournament presented by Nationwide, su primer torneo desde que la pandemia del COVID-19 paralizó el deporte a mediados de marzo.
Cuando ejecute su primer tiro de salida este jueves en Muirfield Village, Woods pondrá en marcha su primera ronda de competición en cinco meses. Su última aparición había sido en el Genesis Invitational en Riviera Country Club en febrero. Woods, que ha ganado este evento en cinco ocasiones durante su carrera, será parte del grupo estelar en las salidas del jueves y viernes junto a Rory McIlroy y Brooks Koepka.
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“Es genial estar de regreso”, dijo Woods esta semana. “No he jugado desde hace tiempo, febrero, mucho tiempo. Salir a jugar con Justin Thomas fue muy divertido. Ciertamente es un mundo diferente, estamos en un entorno diferente. Jugar rondas de práctica como ésta y ver cómo ha evolucionado el Tour para reanudar sin tener fanáticos presentes, es un mundo muy diferente”.
El golf ha esperado ansiosamente el regreso de Woods desde que el pasado mayo jugó el The Match: Champions for Charity de Capital One. Hablando con los reporteros, Woods dijo que su rendimiento en aquella pachanga solidaria le hizo considerar brevemente regresar antes de lo previsto, pero finalmente desistió.
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“Pensé en jugar y estuve analizando si debía hacerlo o no, pero sentí que era mejor quedarme en casa y estar a salvo”, dijo. “Estoy acostumbrado a jugar rodeado de muchas personas o a estar en contacto con mucha gente que tiene acceso directo a mí, así que esto no solo me pone en peligro a mí sino también a mis amigos y familiares. He estado en casa solo practicando y manteniendo el distanciamiento social, lejos de mucha gente”.
Woods estuvo atento desde lejos al trabajo que el Tour desarrolló por medio de sus nuevos protocolos de salud y seguridad, los cuales descartan la presencia de público e incluyen pruebas frecuentes de COVID-19 a lo largo de toda la semana. La confianza que le generaron esas medidas fue lo que finalmente lo trajo a Ohio esta semana.
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“Ese es el riesgo que me estoy tomando y es el riesgo que todos nosotros estamos tomando ahora”, aseguró Woods. “Sé que el Tour ha hecho un trabajo fantástico para establecer parámetros de seguridad y tratar de garantizar que todos estemos protegidos y seguros, sin embargo es un riesgo que ahora estamos asumiendo cuando caminamos por el club y estamos cerca de personas que uno no sabe dónde han estado o qué han estado haciendo”.
“Pero los controles, las pruebas que hemos realizado y las medidas de protección que hemos intentado implementar en el Tour demuestran que hemos tenido que hacer ajustes, pero es un riesgo que estoy dispuesto a asumir”.
Tenis con sus hijos y novelas de terror contra el confinamiento
Woods tuvo tiempo de sobra para practicar durante su paréntesis en casa, en el campo Medalist Golf Club, pero también ha jugado bastante tenis en el patio con sus hijos, Sam y Charlie, y ha tenido momentos de tranquilidad para leer novelas de terror de Dean Koontz, uno de sus autores favoritos.
Pero ahora hay que volver al trabajo y esta es una oportunidad para borrar los recuerdos de su último torneo oficial. Cuando los aficionados vieron a Woods por última vez en el Tour, éste terminó último entre los jugadores que pasaron el corte, con +11. Cerró con rondas de 76 y 77 en los últimos dos días.
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“Físicamente me sentía muy rígido en Los Ángeles, y no me estaba moviendo tan bien”, recordó. “La espalda no estaba relajada, hacía frío, no le estaba pegando a la pelota muy lejos, no estaba jugando muy bien y en consecuencia, terminé último”.
“…me siento mucho mejor que en aquel momento. He podido entrenar y concentrarme en retomar velocidad y estar de nuevo a velocidad de torneo, como en El Match. He podido progresar desde entonces y estar aquí hoy y poder jugar con JT fue muy divertido para ambos”.
Una cosa que no se interpondrá en su camino es la multitud de aficionados que lo siguen durante cada evento que disputa, ya que el Tour se jugará sin público al menos hasta el final de los Playoffs de la FedExCup en agosto.
Quizás eso le generará algo de comodidad adicional a Woods, quien ganó el ZOZO Championship en Japón el pasado noviembre después de alcanzar el liderato en una segunda ronda que se jugó sin seguidores por las condiciones del clima. Ese triunfo casualmente también se produjo después de un largo parón de dos meses.
¿Se repetirá la historia esta semana?
“Creo que yo particularmente voy a tener que bajar la cabeza y concentrarme en jugar”, dijo Woods. “Pero indudablemente será distinto. Durante la mayor parte de mi carrera, casi todas las rondas de juego competitivas en las que he participado, he tenido gente a mi alrededor, espectadores gritando, mucho movimiento, con cámaras y prensa. No ha sido el caso en las últimas semanas y es algo muy diferente. Es realmente diferente”.
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