Inicio Grandes Circuitos PGA Tour Nick Taylor, profeta en su tierra con un putt para la historia
Crónica y resultados de la última ronda del RBC Canadian Open

Nick Taylor, profeta en su tierra con un putt para la historia

Compartir
Nick Taylor abraza a su caddie © PGA Tour
Nick Taylor abraza a su caddie © PGA Tour

Casi hora y media de un agónico desempate que llegó hasta el cuarto hoyo. Las gradas, las escapatorias y los pasillos alrededor del green del 18 repletos de un público enfervorecido. Y sus compatriotas Adam Hadwin, Corey Conners y Mike Weir, entre familiares y amigos, esperando bajo la lluvia con el deseo de celebrar la victoria en casa de uno de los suyos. Parecía el final soñado para que el canadiense Nick Taylor (-17) conquistara el RBC Canadian Open. Pero todavía quedaba lo mejor…

El golfista de Winnipeg, de 35 años, había hecho posiblemente más méritos que nadie para ganar el abierto de su país en 72 hoyos. Después de arrancar la semana con un durísimo 75 el jueves, fue capaz de recuperarse para pasar el corte y de firmar un fin de semana de ensueño, con tarjetas de 63 y 66 golpes, rubricadas con dos fantásticos birdies para terminar, para dejar un resultado en la Casa Club que sólo estaba al alcance de uno de sus rivales, Tommy Fleetwood (-17).

El inglés, convertido en principal favorito después de que sus compatriotas Tyrrell Hatton (-16) y Aaron Rai (-16) hubieran sido superados por el canadiense, de que la reacción de C.T. Pan (-16) llegara tarde o de que el gran favorito al comenzar el día, Rory McIlroy (-12), enterrara en unos nefastos primeros nueve hoyos con dos bogeys y sin birdies su posibilidad de ganar el torneo por tercera edición consecutiva, tuvo en su mano hasta el tres ocasiones la victoria. Pero perdonó y cuando eso pasa… ya sabemos todos cuál es el final.

Después de un gran birdie al 17, Fleetwood quiso asegurar con un hierro desde el tee del par cinco del 18. Se equivocó y mandó la bola la rough, por la derecha. Su recuperación fue horrible y no encontró la calle ni el green. Y jugando de nuevo desde la hierba alta, se dejó un putt larguísimo para birdie que no pudo embocar, viéndose abocado a jugar el desempate ante un jugador local que contaba con el apoyo de un público ruidoso (y respetuoso) como pocos. Ahí se le escapó su primera gran opción de victoria.

De vuelta al tee del 18 para el primer hoyo del desempate, con los primeros paraguas ya en el campo, comenzó una muerte súbita espectacular en el que Fleetwood se defendió de maravilla del primer ‘ataque’ de Taylor, pero no supo acertar cuando tuvo hasta en dos ocasiones a su rival contra las cuerdas. Con un gran putt de más de cuatro metros el inglés logró un gran birdie para empezar que anulaba otro del canadiense, después de que ambos hubieran terminado con su bola en el rough, junto al bunker.

Repitiendo secuencia, hierro y madera para Fleetwood, híbrido y madera para Taylor, el canadiense abrió la puerta de par en par después de que Tommy dropada tras mandar su bola a una grada. El inglés perdonó un putt calcado al que acababa de embocar para forzar el segundo hoyo de playoff y el partido se fue al tee del par tres del 9, un hoyo con una bandera muy complicada donde parecía que todo podía quedar resuelto.

Taylor mandó su bola al primer corte de rough, justo al borde del bunker, con un putt de unos cuatro metros y medio por delante. Fleetwood la dejó en el collarín, con más opciones, y a unos cuatro metros de bandera. El canadiense no midió bien los botes de su bola tras superar dos líneas de corte de la hierba y se quedó corto. ‘Match ball’ para el inglés, que leyó mal la caída prolongando la agonía.

Y de regreso al 18, el éxtasis. Fleetwood mandó su bola desde el tee con un hierro al bunker de calle, para jolgorio generalizado. Desde ahí no podía soñar con buscar el green de dos, así que jugó otro hierro a la calle para dejarse un approach corto. Mientras, Taylor, que había jugado un híbrido desde el tee por la derecha, repitió palo para llevar su bola al green, eso sí, en la zona baja, lejísimos de la bandera, con casi 22 metros de putt por delante.

Fleetwood jugó su tercer golpe y se dejó un putt de birdie de unos tres metros y medio o cuatro metros, otra vez. Y cuando el partido parecía encaminarse hacia el quinto hoyo del playoff, surgió la magia del golf, el golpe para la historia, el momento que puso el Oakdale Golf & Country Club de Toronto patas arriba para sellar un final para el recuerdo. Un putt para eagle desde su casa con el que Nick Taylor se convirtió en profeta en su tierra.

Será difícil que alguno de los miles de espectadores presentes en este final de torneo olviden alguna vez este brutal desenlace, embocando desde 72 pies y seis puntadas, celebrado por todo lo alto con champagne al aire, abrazos e incredulidad. Como la de Fleetwood, que se quedó planchado con su putter en la mano para pegar un golpe que nunca llegó, una nueva oportunidad perdida de sumar la que habría sido su primera victoria en el PGA Tour. Tendrá que seguir intentándolo.

Para Nick Taylor fue su tercera victoria en el circuito tras el Sanderson Farms Championship de la temporada 2014-15 y el AT&T Pebble Beach Pro-Am de la 2019-20. Un título que le convierte en el segundo canadiense en ganar el Open de su país en los últimos 100 años tras Pat Fletcher (1954), que le permite llevarse a casa un cheque de 1.620.000 dólares y con el que suma 500 puntos FedEx para dar un salto gigante en la general del circuito. Todo ello, coronado con el putt más largo embocado por cualquier jugador en todo el torneo. Un golpe que queda ya para la historia del golf canadiense.

Consulta los resultados finales del RBC Canadian Open