Se puede decir más alto, pero no más claro. Rory McIlroy no está de acuerdo con Jon Rahm en cuanto al reclutamiento de jugadores europeos de LIV Golf para la Ryder Cup. Si el español lamentaba ayer la ausencia de Sergio García, pues le costaba entender que se quedara fuera por su rendimiento y trayectoria, McIlroy opina todo lo contrario.
No hay que ser Sherlock Holmes para unir las piezas. No es el DP World Tour quien no quiere a los jugadores de LIV Golf, de hecho no ha vetado la presencia de ninguno en el equipo Ryder, es Rory McIlroy. No los quiere y, obviamente, a día de hoy su opinión es la que más pesa. Más claro no lo puede decir, de hecho asegura que Brooks Koepka debería estar con Estados Unidos, pero los europeos son otra cosa. Es un tema personal.
«Creo que Brooks merece estar en el equipo de Estados Unidos. Tal y como ha jugado y estando segundo en la clasificación Ryder de Estados Unidos jugando sólo dos torneos valederos… No sé si hay alguien más de LIV que debería estar en el equipo americano por sus méritos, pero Brooks sí lo merece. Sin embargo, tengo otros sentimientos sobre el equipo europeo y la otra parte, y sobre cómo ha transcurrido todo y, sí, no creo que ninguno de esos chicos deba formar parte del equipo europeo», ha insistido.
El problema de McIlroy para la configuración del equipo europeo de la Ryder Cup no es con LIV como conjunto, sino con los jugadores en particular. Ya lo hemos contando en Ten Golf. Concretamente, su relación con Sergio García está rota y entiende que la convivencia de ambos en el mismo vestuario durante la Ryder es inviable. En cierto modo, es él o Sergio. El Circuito Europeo no ha prohibido a ningún jugador de LIV mantenerse como miembro del DP World Tour y pelear por su plaza en el equipo como ha hecho Koepka en Estados Unidos. Son los jugadores, Sergio, Westwood, Poulter o Stenson, los que han renunciado a su condición de miembro para no pagar las multas.
En este sentido, hay que recordar que Sergio explicó la semana pasada que antes de renunciar a su condición de miembro, habló con Luke Donald para saber si tenía alguna posibilidad de jugar la Ryder. Según dijo el de Borriol, el capitán se lo puso muy negro y, aunque no ofreció más explicaciones, resulta realmente sencillo concluir que se trata de una especie de veto por parte de McIlroy. O, al menos, el sentimiento de Rory hacía García en estos momentos, pesa mucho en la decisión de Donald.
Rory McIlroy, en otro orden de cosas, avanzó también cómo quedarán los torneos designados el próximo año en cuanto al corte. No quiso dar oficialidad ni habló con contundencia, pero rara vez se ha equivocado en cuanto se trata de planes del PGA Tour. «Hace tiempo que no estoy en esas conversaciones. Me he retirado un poco y no sé qué van a hacer, pero si finalmente los torneos de Tiger Woods (Genesis), Arnold Palmer (Arnold Palmer Invitational) y Jack Nicklaus (Memorial Tournament) tuvieran un corte con los 50 mejores después del segundo día, empezando unos 78 jugadores el jueves, yo estaría de acuerdo», señaló. no duden de que por ahí van los tiros, ya que se parece mucho a lo que también comentó ayer Rahm. «No me parece descabellado un corte donde se queden fuera unos 20 jugadores. He cambiado de opinión y estoy a favor de ello», apuntó. Es decir, cuenten con que los torneos designados de Tiger, Nicklaus y Palmer tendrán corte y el resto es probable que no lo tengan, aunque la decisión no parece que aún sea definitiva.
Por último, McIlroy echó por tierra la opinión de Mickelson de que la mejor manera de preparar los majors es jugar en LIV Golf debido a que se juega menos y se está más fresco para las grandes citas. «Me parece un comentario erróneo. En el PGA Tour estás obligado a jugar 15 torneos, no 25, así que no lo veo así», explica. Recuerden que en LIV Golf la obligación es jugar 14 torneos, por lo que la diferencia sería únicamente una semana al año.
Como Rory haga la misma actuación en Roma que en la última Ryder no va a haber agujero lo bastante profundo para que meta la cabeza.