Ian Poulter pertenece a esa estirpe de jugadores a los que no hace falta tocarle mucho las palmas para que salte como un resorte. Es adrenalina pura, orgullo. Competición. Se enciende como una bombilla de 500 watios cuando entiende que alguien le está haciendo de menos. Es su motivación, y tiene mucho de eso en los últimos días. Esta semana tiene una misión en el Crowne Plaza Invitational y, de momento, va por buen camino, segundo, a dos golpes de Kevin Na.
Poulter lleva dos semanas con los ojos inyectados en sangre. Exactamente desde que Sports Illustrated publicó una encuesta secreta entre jugadores del PGA Tour donde salió elegido junto a Rickie Fowler como el jugador más sobrevalorado del circuito. Aquello le removió las tripas y lo terminó de rematar el triunfo del propio Fowler en el THE PLAYERS. Rickie calló bocas y ahora el turno le corresponde a él. «Leer aquella encuesta fue como una victoria para mí, me motivó muchísimo», reconoce abiertamente.
Poulter tiene 16 victorias por todo el mundo, pero nunca ha ganado un torneo stroke play en suelo estadounidense. Es la muesca que se le resiste en su palmarés. Su mejor resultado fue un segundo en el THE PLAYERS de 2009, a cuatro golpes de Henrik Stenson. Para curar esta herida abierta, el bravo jugador inglés no ha dudado incluso en hacer frente al European Tour, su circuito, y saltarse el BMW PGA Championship de Wentworth. «Ellos querían que estuviera allí, pero es un campo que no se me da bien», asegura.
Poulter ha recibido muchas críticas por su ausencia en el torneo referencia del circuito europeo, pero unos cuantos comentarios no le van a quitar el sueño a un tipo que tiene más de un millón de seguidores en las redes sociales. «He jugado trece veces en Wentworth, sólo he hecho una vez top ten y he fallado ocho cortes. Es como si a Usain Bolt le pones a correr una maratón«, asegura con su genuino sentido del humor. El jugador británico quiere demostrar que no se ha equivocado eligiendo Colonial Country Club en lugar de Wentworth, aunque también ha ayudado en su decisión la presencia en el calendario este año del British Masters, torneo del que él es anfitrión y que le permitirá perderse el PGA sin necesidad de jugar 15 torneos para cumplir con el European Tour.
La misión de Poulter es callar bocas a ambos lados del Atlántico y para conseguirlo se ha buscado a un viejo aliado: el putter. Retocó ligeramente su grip de putt esta semana y los resultados están siendo fantásticos. Ha tirado 25 putts jueves y viernes. «Es curioso este deporte. Llevo meses buscando algo que me saque del lío que tenía con el putt y ha sido corregir media pulgada el grip, después de ver una foto antigua mía pateando, lo que ha dado en el clavo…», explica.
Poulter está a dos golpes de Kevin Na, que suma y sigue en ese gran estado de forma que atraviesa en las últimas semanas. Se esperaba también ver a Jordan Spieth por los primeros puestos, de hecho ahí estuvo durante buena parte de la segunda ronda, pero un final con dos bogeys y un doble bogey lo retrasaron a -3, a siete golpes de Na y cinco de Poulter.
