Jon Rahm se marchó ayer del TPC Deere Run de Illinois con un mal sabor de boca terrible. Eso de jugar sólo ocho hoyos, sin hacer un solo birdie y marcharse a la cama con un parcial de uno sobre el par, como que no, que no va con él. El jugador de Barrika estaba deseando regresar al campo, reanudar su vuelta y tratar de poner las cosas en su sitio…
Aún tuvo que esperar para jugar. La noche fue terrorífica sobre el campo del John Deere Classic. Cayó mucha agua y los empleados del recorrido del PGA Tour aún tuvieron que trabajar unas horas más antes de que se pudiera dar el banderazo de salida a la jornada de golf. Se acumularon unas cuatro horas más de retraso. Un retraso que lo único que hizo fue acrecentar las ganas de venganza en el corpachón de Rahm.
El reinicio de Jon fue espectacular. Arrancó con tres birdies consecutivos (18, 1 y 2). En apenas media hora había vuelto a poner las cosas en su sitio. Excepcional. El golfista español ya estaba bajo par y con siete hoyos aún por delante. Hizo un bogey y un birdie más para acabar en el hoyo 8. De este modo, Rahm hacía algo más que salvar los muebles en la primera vuelta. Se coloca con -2, dentro del corte provisional y mirando hacia arriba en la clasificación.
Nada más acabar la primera vuelta empezó a jugar la segunda con el mismo chip, el chip de birdie metido en la cabeza. No cabe otra en un recorrido como el de Illinois. Los primeros líderes son Tom Gillis y Andrew Loupe y están siete bajo par. Hay que apretar. Pincha aquí para consultar los resultados en directo.
