Rafa Cabrera Bello (-8) ha aprovechado el primer torneo del PGA Tour después del parón por coronavirus para sacar algo en claro. El trabajo que ha realizado en las últimas semanas en el juego corto durante el confinamiento ha dado sus frutos. No ha perdido el tiempo, ni mucho menos, en Florida.
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Rafa tenía bien amarrado el plan B y ha brillado con luz propia en el Colonial Country Club. El canario se ha despedido del Charles Schwab Challenge con una vuelta este domingo de 68 golpes para un total de ocho bajo par. Ha ganado al campo los cuatro días y se mete en el bolsillo un siempre valioso top 25, el tercero de la temporada en el circuito americano después del Genesis Invitational y el WGC México Championship.
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Este resultado confirma dos cosas: la buena dinámica que Rafa había cogido antes de la irrupción de la pandemia y que el corte fallado en el Arnold Palmer Invitational –último torneo antes de la suspensión- fue un mero accidente. Curiosamente, al canario le ha faltado esta semana más brillantez en la parcela del juego donde mejor se desenvuelve, de tee a green, para haberse dado una oportunidad incluso de pelear por la victoria. No ha estado tan lejos.
Día complicado desde el tee pero mejor con los hierros
Hoy ha sufrido más que ningún otro día desde el tee, pero ha estado más fino con los hierros. Empezaba con dos birdies soberbios para calentar la vuelta. Un putt de un metro fallado en el 4 lo frenaba en seco, pero volvía a ponerse en marcha en el 6 con otro birdie. Otro gran putt de cinco metros. Un tripateo en el 10 y una mala salida en el 12 le han costado sendos bogeys. Aún reaccionaba al final con otros dos birdies en los últimos pares 3, con dos tirazos y dos putts de menos de tres metros.
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No obstante, la mejor noticia de la semana ha sido el juego corto. El plan B, al que no suele tener que recurrir el canario por ser uno de los más consistentes del mundo en el juego largo, ha ido como la seda. Ha sido de los mejores del torneo en la estadística de recuperaciones, con un porcentaje cercano al 77 por ciento. Su media en la temporada apenas supera el 60 por ciento y el mejor del PGA Tour en esta parcela, Rory McIlroy, se mueve en torno al 70 por ciento. Estos datos ponen de manifiesto lo fino que ha estado Rafa con los wedges y en los greenes, ya que las recuperaciones siempre son el producto de un buen toque alrededor de green y un putt muy efectivo. Es la mezcla de las dos cosas.
La próxima parada es el RBC Heritage, donde el año pasado cosechó un buen 16º puesto.
