Rafa Cabrera Bello (-4) sigue en la buena línea y ha cerrado una primera ronda en el Memorial de 68 golpes que de momento lo sitúa arriba, en los puestos de privilegio y a solo dos golpes del líder, Collin Morikawa (-6), una vez finalizado el turno matutino de juego en Muirfield Village (Dublin, Ohio).
«Noto que mi mejor juego no está tan lejos»
No es que el canario haya cogido todas las calles. Tampoco ha cazado todos los greenes. Pero él se ha visto prácticamente en todo momento con las riendas de la vuelta y de su juego agarradas con tanta firmeza como soltura. Si a ello le unimos un rendimiento sobresaliente en los greenes, se explica el registro final del español.
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Ha sido una de esas rondas en las que realmente no han pasado demasiadas cosas, todo sea dicho con algunos matices de colores refulgentes: en el hoyo 4 embocaba un purazo de casi quince metros y a continuación, en el 5, enchufaba otro putt curioso desde unos cinco metros. Por lo demás, Rafa y su hermano Miguel, a los mandos de la bolsa, iban encantados con su ‘aburrimiento’, haciendo fácil lo difícil en el vergel particular de Jack Nicklaus, donde a poco que te descuides puedes verte de repente con el agua al cuello. Que se lo digan a Keegan Bradley (+6) o a Billy Horschel (+4), por citar a dos jugadores que en los últimos tiempos venían haciendo las cosas muy bien.
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Una puesta en escena muy sólida, por tanto, la del español. Y hay que insistir: tan importante como el resultado es que él siente que la línea de mejora se mantiene al alza, que la bola va casi siempre a donde él pretende (para entendernos mejor) y que, en definitiva, está recuperando sus niveles estándares de equilibrio y confianza. A partir de aquí, parece una cuestión de paciencia que termine cuadrando esa semana que de verdad marque la diferencia en su temporada.
