Rafa Cabrera Bello acabó en segunda posición el Mutuactivos Open de España 2019 que se disputó en el Club de Campo Villa de Madrid. Fue una semana difícil de olvidar para el aficionado español. Ganó por segundo año consecutivo Jon Rahm y completaron el podio el citado Rafa y Samuel del Val. Seguro que el jugador canario también la tiene grabada en su cabeza. No en vano, aquella fue la última vez que terminó un torneo entre los diez primeros. Ya ha llovido, demasiado para los estándares habituales de Cabrera Bello.
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Concretamente, ha pasado algo más de un año y ha jugado entre medias un total de 25 torneos. Esta es la cifra clave. 25 torneos. Es la segunda peor racha de Rafa sin tocar el top ten en su carrera y la más mala en más de una década. La ocasión que enlazó más semanas sin darse esa alegría fue entre los años 2006, 2007 y 2008. Allí fueron 42 torneos consecutivos. Coincidió, para situar correctamente la acción, con su primera temporada en el European Tour. Acababa de ascender del Challenge Tour y perdió la tarjeta en 2007 después de un año aciago. Estaba en pleno aprendizaje. Eran sus primeros pasos en la élite.
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Desde aquella vez Rafa nunca ha estado tanto tiempo sin pisar el top ten. La peor racha, sin llegar a la actual, fue de 22 torneos entre 2009 y 2010. En la última década sólo en contadas ocasiones ha estado más de diez semanas sin meterse en el bolsillo un puesto entre los diez mejores. Tuvo 14 semanas en 2013 y 15 en 2011. Pare usted de contar. Y es que si por algo se caracteriza la trayectoria del golfista de Maspalomas es por su solidez, consistencia y regularidad.
Precisamente, esta mala concatenación de semanas es lo que ha hecho que pierda muchas posiciones en el ranking mundial. De hecho, ahora mismo es el 78º en la clasificación, su puesto más bajo desde el 31 de enero de 2016. Se podría decir que se encuentra en plena hemorragia y está trabajando en todos los aspectos de su juego para intentar taponarla.
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No hay mejor semana para perder de vista una mala racha que el Bermuda Championship del PGA Tour en el que participa esta semana. El torneo se juega en uno de los vértices del famoso Triángulo de las Bermudas (los otros dos vértices son Miami y Puerto Rico), un lugar terroríficamente legendario por la gran cantidad de barcos que naufragaban. Obviamente, más allá de la leyenda, hay una explicación marítima, por la corriente del golfo, pero no nos meteremos en aguas turbulentas.
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Aparte de que Bermuda, por su ubicación y la leyenda, sea idóneo para abandonar allí cosas y no volver a verlas, también es una buena semana para hacer un buen resultado porque la participación no es la más potente del PGA Tour, a pesar de que reparte 500 puntos de la FedEx Cup. El ganador, por ejemplo, percibirá 24 puntos de ranking mundial, los mismos que en Chipre. Es decir, a priori es una buena semana para hacer bien las cosas y sacar la cabeza. Obviamente, todo pasa por jugar bien. Qué duda cabe.
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Y, por último, aquí fue donde Brendon Todd el año pasado en la primera edición del torneo terminó también con una racha terrible. Entre 2016 y 2018 jugó 41 torneos y falló 37 cortes. Llegó a caer más allá del puesto 2.000 del ranking mundial y ahora mismo ocupa la posición 41ª.
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