Rafa Cabrera Bello (-6) ha firmado hoy una tarjeta de 66 golpes, cinco menos en el día, en la segunda jornada del John Deere Classic, notable resultado que le ha servido para ganar más de cuarenta puestos en la clasificación y meterse de cabeza en el fin de semana. El jugador español sigue en pie, dispuesto para la lucha que le queda por afrontar y que, como es bien sabido, pasa por ganarse un puesto entre los 125 mejores de la Fedex Cup, ganándose así los derechos de juego en el PGA Tour para la próxima temporada.
Muñoz se desmelena y Rafa se lo curra, a pico y pala
Su situación ahora en el torneo es más que interesante, pues se encuentra a cuatro golpes del top ten y a cinco del tercer puesto, margen perfectamente negociable con 36 hoyos por delante. La mejor noticia, en todo caso, ha sido cómo y de qué manera se ha empleado hoy el canario en el TPC Deere Run de Illinois, porque entre otras cosas su juego de tee a green ha sido realmente sólido, incluso brillante (sólo ha fallado una calle y apenas dos greenes en regulación), circunstancia especialmente importante para alguien como Cabrera Bello, que ha hecho de la consistencia una de las señas de identidad de su carrera.
Además, y aunque erraba un putt cortito de par en el hoyo 8, el penúltimo de su vuelta, el español acertaba a enchufar sendos puritos de más de seis metros en el último tercio de la ronda, para de verdad dar el realce que se merecía el buen trabajo realizado durante toda la jornada.
Un pequeño torneo donde hacerse muy grande
El líder del torneo es Luke List (-13), que firmaba un esplendoroso 63 para encaramarse a lo más alto, mientras que el colombiano Sebastián Muñoz (-12), líder después de la primera jornada, mantiene sus opciones intactas tras entregar un 67. Por otra parte, hay que destacar al chileno Guillermo Mito Pereira (-4), promocionado por la vía rápida de los triunfos desde el Korn Ferry Tour, que ha pasado por primera vez un corte en el PGA Tour (esta es su cuarta comparecencia en un torneo de este circuito) y lo ha hecho con todo el temple del mundo, consiguiendo dos birdies en los tres últimos hoyos para meterse justo en el fin de semana. Y de qué manera: en el hoyo 16, par 3, pegaba un tirazo y se dejaba dado el birdie; y en el hoyo 17, par 5, pateaba para eagle desde apenas cuatro metros y tampoco sufría para anotarse un birdie que, a sus 26 años, da un nuevo giro a su carrera.
