Rafa Cabrera Bello (-5) ha vuelto a jugar bajo par en el Puerto Rico Open del PGA Tour. Ha sido su tercera jornada consecutiva ganando al campo, pero la cosecha no ha sido suficiente para pelear por la victoria. Ha entregado una tarjeta de 71 golpes, con cuatro birdies y tres bogeys, un resultado que le hace perder terreno en la clasificación. Ocupa el puesto 36º, a diez del liderato que ocupa un sólido Ryan Brehm (-15).
El canario ha vuelto a estar bien desde el tee, pero le ha faltado brillantez con los hierros. Es la tónica general de la semana. Seguramente es la parcela del juego que anda más desajustada en Puerto Rico, aunque el primer día, por ejemplo, consiguió compensarla con una lección magistral de juego corto.
Hoy Rafa no ha estado tan brillante alrededor de green y los ochos greenes que se ha dejado por el camino le han acabado costando algunos bogeys. Los ha contrarrestado con buenos birdies, pero insuficientes para acercarse a los primeros puestos. La mejor noticia es que tanto el drive como el putter se encuentran en un estado de revista más que razonable.
Por otro lado, aunque la victoria ya sea una quimera, Rafa sabe que hay otros muchos objetivos por los que luchar este domingo. El objetivo es acabar lo más arriba posible para sumar la cantidad de puntos FedEx Cup más suculenta posible.
Un buen objetivo sería el top 10. Rafa lo tiene lejos, exactamente a cinco golpes, pero no es una misión imposible. Necesita cerrar su visita a Puerto Rico con la mejor vuelta de la semana. Desde luego, lo que sí ha demostrado en estos tres primeros días es que su capacidad de birdie en el Grand Reserve Golf Club de Río Grande es muy alta.
Brehm tiene tres golpes de ventaja sobre Michael Kim (-12) y cuatro sobre Chad Ramey, Andrew Novak, Tommy Gainey y Max Greevy. La teoría dice que el triunfo debería estar entre uno de estos seis jugadores.
