Rafa Cabrera Bello (-2) arrancaba hoy la primera vuelta en el 3M Open con la artillería pesada bien afinada en los greenes, enchufando sendos putts de birdie en los hoyos 1 y 2 desde distancias que rondaban los nueve metros en ambos casos. Acto seguido, además, salvaba un par en el hoyo 3 desde metro y medio. Esperaba el canario una mejora con el putter en los manos y la respuesta a sus plegarias (y a su trabajo, básicamente) no podía llegar antes y de mejor manera. Luego, el español iba a seguir apretando y acertando, hasta el punto de pasar los primeros nueve hoyos del TPC Twin Cities (Blaine, Minnesota) con sólo treinta golpes y de plantarse en el tee del 11 con un parcial de seis menos y arriba del todo en la tabla, luchando por el liderato.
Sin embargo, a partir de ese momento, aparecía de nuevo esa irregularidad que tanto daño ha hecho a este jugador en la presente temporada. Por los últimos ocho hoyos del recorrido, ya nada sería igual. Lo de menos, incluso, era el doble bogey que le caía en el 14 después de enviar la bola al agua desde el tee, un accidente que puede darse en cualquier momento y ronda de golf. El problema es que los errores se alternaban aquí y allá, en todas las parcelas del juego. En todo caso, su resultado final de 69 golpes no es malo, ni mucho menos, y lo mantiene vivo y con todas las aspiraciones, de momento a cinco golpes de los líderes provisionales, una vez finalizado el turno matutino de juego, Rickie Fowler (-7) y Troy Merrit (-7).
Sergio García (-1), por su parte, ha completado una actuación que nos suena de algo en la presente temporada: buenos números de tee a green (quince greenes en regulación) y demasiada ventaja concedida por el castellonense al resto del ‘field’ en los greenes. Los dos bogeys de su tarjeta llegaban a consecuencia de sendos tripateos (tirando el primer putt desde larga distancia, es cierto) y luego además no era capaz de embocar ningún putt de birdie desde más allá de los dos metros de distancia. Demasiado lastre como para verse arriba. No es que Sergio haya estado especialmente brillante con los hierros, dejando la bola cerca de la bandera de manera habitual, pero desde luego se ha dejado por el camino algunas buenas opciones y tampoco ha encontrado el modo de apretar el acelerador con un bonus de media o larga distancia en los greenes.
Dustin Johnson (-1), también ha jugado en el accidentado turno matutino (se dio una suspensión por peligro de tormenta eléctrica) y de momento no amenaza demasiado el Número Uno mundial de Jon Rahm (recordemos que necesita ganar para arrebatárselo al español), aunque al menos conseguía cambiar el signo de la vuelta con dos birdies en los dos últimos hoyos de su ronda. Por su parte, Louis Oosthuizen (-3), gran damnificado en la ronda final del British el pasado domingo, ha mostrado temple y capacidad de reseteo para firmar una tarjeta notable de 68 golpes que de momento lo sitúa a las puertas del top ten del torneo.
