– El final de la vuelta de Jon Rahm de modo telegráfico. Buen hierro 5 en el hoyo 16 para cubrir los 195 metros que lo separaban de la bandera y opción lejana de birdie. Par sin apuros. En el 17, salida a bunker, un buen segundo tiro dadas las dificultades, aunque la bola se pasa el green; buen aprochito y aún mejor putt de un metro para salvar un magnífico cuatro. En el 18, drivazo desde el tee, un excelente segundo tiro para dejarse una buena opción de birdie de unos tres metros y medio, aunque no emboca el putt. En definitiva, lunes con un parcial de par en estos casi tres hoyos que ha tenido que jugar para acabar y un -11 final que ha concedido al jugador de Barrika un sobresaliente décimo puesto, a siete golpes del ganador, y su segundo top-ten en los cuatro torneos que ha jugado de PGA Tour siendo todavía amateur.
– El balance sólo puede ser satisfactorio, positivo, halagüeño. Y hay algo aún más interesante que este buen resultado, y es que lo ha conseguido sin haber tocado el techo de su golf. O lo que es lo mismo: ha vuelto a demostrar que tiene recursos para hacer resultado sin su mejor versión, aunque en general ha jugado muy bien. Hace doce meses estrenaba en El Camaleón Golf Club su historial en el PGA Tour y no conseguía pasar el corte. La evolución es notoria.
Not many college players playing in the Final round of PGA Tour event can start +4 thru 2 holes and get it back under par. Rambo is special.
— Tim Mickelson (@goodwalkspoiled) noviembre 16, 2015
– Recordemos sus planes a medio plazo. Jon tiene previsto jugar las previas del US Open y, si consigue pasarlas, lo jugaría ya como profesional. De este modo, ya estaría sumando con objeto de conseguir los derechos de juego del PGA Tour antes del final de temporada, si es posible, aprovechando todas las invitaciones que pueda (no olvidemos que los más de 125.000 dólares que le correspondían por este décimo puesto no los cobra por el hecho de ser amateur, pero es que tampoco le contabilizan de ninguna manera; necesita ser profesional para sumar).
