El sueño del coreano Sung Kang (-17) tendrá que esperar. Ni primera victoria en el PGA Tour, ni pasarela de lujo a su primer Masters de Augusta. Una tarjeta dominical de 72 golpes y un acumulado de solo una menos durante el fin de semana no le ha bastado para darle un giro de 180 grados a su carrera. Eso y la espectacular ronda final de Russell Henley (-20) de 65 golpes. Absolutamente explosivo el estadounidense, con diez birdies en la última tarjeta y un total de siete putts convertidos desde más allá de seis metros a lo largo de la semana. Un sello que marca la diferencia, qué duda cabe. Es su tercera victoria en el PGA Tour, la primera en más de dos años.
Precisamente, sólo Henley ha sido mejor que Jon Rahm (-9) durante el fin de semana. El español finalizaba hoy con una sobresaliente vuelta de 67 golpes. Se le ha quedado corto el torneo, cuando ya le estaba cogiendo el gusto al Golf Club of Houston. De eso se trata también, de coger experiencia y sensaciones. Sea como sea, Jon suma un top-ten más a su temporada (ha terminado 10º), lo que no es ninguna tontería. Allá donde va, casi sin excepción, deja su huella.
Después de las intensas emociones vividas en las últimas semanas es muy buen síntoma lo bien que ha terminado Rahm es Houston, haciendo muchos birdies (catorce en los últimos 36 hoyos). Al fin y al cabo, no nos engañemos, sobre todo se trataba de llegar bien al Augusta National. El trabajo está hecho. Y parece que muy bien hecho.
A partir de este momento se trata de gestionar del mejor modo posible el torbellino de emociones y novedades que le espera en las próximas horas, en los próximos días, hasta que comience el Masters. Pero no es el vasco alguien que se deje impresionar fácilmente. De hecho, es fácil adivinar que Rahm no va a perder demasiado el tiempo esta semana, extasiado ante el imponente escenario. Ya lo conoce y, para él, la primera oportunidad cuenta como la octava: hay que salir a ganar y no hay más que hablar.
