Inicio Grandes Circuitos PGA Tour Rickie Fowler, nervio (y putt) de campeón
gana el honda classic con autoridad en una jornada con retranca en la que sergio no pudo culminar la remontada

Rickie Fowler, nervio (y putt) de campeón

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Rickie Fowler (-12) ya suma cuatro triunfos en el PGA Tour tras imponerse con autoridad y temple en el Honda Classic, un torneo-morlaco de la temporada por la dificultad que suele presentar la faena en el PGA National. Sobre todo si sopla el viento con fuerza, como al fin lo ha hecho en la última jornada, reduciendo a poco más de una docena el número de tarjetas por debajo del par.

Para algunos seguirán siendo pocas victorias en su palmarés, aunque nunca nos confirmarán qué es exactamente lo que esperan de este jugador. Para otros, que valoran como un hito aquel 2014 en el que firmó la serie de 5º-2º-2º-3º en los cuatro majors, sólo se trata de un suma y sigue. Cualquiera de las dos posturas es legítima, faltaría más, que al fin y al cabo no se trata de nada trascendente, pero la más sabía seguramente sea la segunda… Lo que no deja de ser otra opinión más que hace rodar la noria.

El californiano, que salía con una ventaja considerable, llegó a pasarlo muy mal después de hacer bogey en el 4 y doble bogey en el 6. Sin embargo, y a pesar de que no terminaba de cuadrar el swing, mantenía la frialdad indispensable para agarrarse al campo y, sobre todo, hacer lo que hizo en los greenes. Los tres puros embocados para birdie en los hoyos 8, 12 y 13, desde nueve, doce y siete metros, le hacen a uno ir de otro modo por el campo cuando te encuentras en el tramo decisivo de la semana… Las cosas tampoco suceden por casualidad: nadie es infalible con el putter, pero pocos jugadores tienen la actitud de Fowler con este palo en las manos.

Tuvo la fortuna, además, de que la vuelta explosiva del día vino desde muy atrás en la clasificación (la de Jhonattan Vegas, un 64 que le ha hacía ganar 46 posiciones el domingo). Pero la fortuna siempre tiene que sonreírle antes o después al campeón, no es nada nuevo.

Por momentos pareció que Sergio García (-4) podía hacer algo grande en una jornada tan complicada por el viento. A los dos birdies, magníficos, en los hoyos 4 y 5, seguía una opción más desde metro y medio en el hoyo 6, pero no la embocaba y su momento pasaba de largo. Tres bogeys consecutivos en los hoyos 10, 11 y 12 terminaban de decantar la balanza.

Rafa Cabrera Bello (-1), que comenzaba con tres putts en el hoyo 1, anduvo en realidad demasiado irregular en la parcela más fuerte de su juego, pues no llegaba a cazar ni la mitad de los greenes en regulación. No suele intimidar al canario este tipo de escenarios picantes, antes bien, los ve con una oportunidad de remontar, pero esta vez no ha podido gobernar la situación.

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