Tiger Woods (-2) y Jon Rahm (-1) no han empezado mal el The Genesis Invitational. Jugar por la tarde en Riviera y hacerle bajo par es un resultado más que decente, sin embargo tanto uno como otro se marcharon a casa apretando los puños y con cara de pocos amigos.
Rafa brilla en el Genesis y a Sergio le vuelve a faltar remate
Fueron vueltas muy parecidas, con un sólido inicio por los primeros nueve y un final bastante amargo. Fue como una noche de Reyes en la que todo apunta a que finalmente te va a caer el regalo que habías pedido y, sin embargo, al final te encuentras con carbón en el calcetín.
Tiger llegó a colocarse con cuatro bajo par después del hoyo 9. Inicio fabuloso de torneo. Arrancó con un eagle y mantuvo una línea imperial, cazando casi todas las calles y greenes hasta que llegó al hoyo 10. Curiosamente, después confesaría que no pegó muy bien en la cancha de prácticas durante el calentamiento. Desde luego no se notó.
Los problemas vivieron a partir del hoyo 10. Directamente, dio la sensación de que se le fundían los plomos, como si las malas vibraciones del campo de prácticas aparecieran todas de golpe. Empezó a fallar calles, meterse en líos y acabó sacando un parcial de +2 que pudo ser mucho peor si no hubiera sido por tres pares de muchísimo mérito, a la contra, que salvó en los hoyos 13, 15 y 17.
El supersónico inicio de Tiger Woods en el Genesis Invitational
No pudo evitar, eso sí, el bogey en el 18, con la enésima calle fallada. Se puede decir que Woods acumuló mucho grano durante el verano y después supo sobrevivir cuando vinieron los tiempos más duros. En cualquier caso, su futuro en el torneo es una incógnita. Si mantiene el nivel de los primeros nueve estará el domingo peleando por la victoria sin ninguna duda, pero si se parece más al de la otra parte, no hay que dar por seguro ni siquiera que pase el corte este viernes.
Tiger afina el putter para poner fin a 28 años sin victorias en el Genesis
La película de la vuelta de Rahm fue muy similar. Arrancó muy bien, certero, cazando cinco de las primeras siete calles y consiguiendo dos birdies en el 1 y en el 7, ambos jugando de libro. Se dejó una buena opción en el 2, pero también salvó dos pares de mucho mérito en los hoyos 6, con un approach magistral desde dentro de green, y en el 8, embocando un putt de tres metros.
PODCAST: La primera batalla de gigantes y el ‘pay per view’ del golf
Como en el caso de Tiger, Jon perdió consistencia desde el tee en los segundos nueve. Cazó sólo tres calles y tocó sufrir, a pesar de que sumó un birdie más en el 11 y llegó a ponerse con tres bajo par. Después, dos bogeys inoportunos y de los que duelen mucho, afearon una vuelta que apuntaba más alto. En el 15 no pudo sacar el par desde el frente de green y en el 18, para rematar el mal trago, se le escapaba un putt de par de un metro. Como una punzada en el estómago.
En cualquier caso, la lectura de las vueltas hay que hacerlas enteras y aunque no es fácil quitarse de la cabeza la última sensación, lo cierto es que tanto Jon como Tiger han hecho cosas muy buenas. Si los hechos hubieran sucedido al contrario, el sentimiento sería mucho más positivo, pero así son las cosas.
The Genesis Invitational: horarios y dónde ver en directo por televisión
En el turno de tarde nadie ha podido dar caza a Matt Kuchar (-7). Ni siquiera se han acercado. De los 16 primeros clasificados, sólo cinco jugaron por la tarde. Está claro que es más asequible hacer resultado por la mañana, y eso es lo que buscarán este viernes Tiger y Rahm.
En cuanto al resto de gallos del corral, destacan los resultados de Patrick Reed (-3), JB Holmes (-2), Justin Rose (-2) y en la parte negativa, Francesco Molinari (+4).
