Otra puesta en escena magnífica de Rory McIlroy (-5), que ha entregado hoy una tarjeta de 66 golpes en la primera jornada de la CJ Cup, torneazo a estas alturas del año, con buena parte de la flor y nata del golf mundial en liza. Eso, a pesar del sobresalto que sufría en el tee del hoyo 1, desde donde pegaba un drive horroroso, cuarenta metros a la derecha del objetivo. Luego salvaría el par y, lo que es mejor y más sorprendente, apenas fallaría dos calles más y por muy poquito.
En la trastienda del torneo, qué duda cabe, anda cocinándose a fuego lento esa otra pequeña (o gran) batalla, como es la pugna por el cetro mundial. Y en ese sentido el norirlandés le ha ganado el primer asalto, y con claridad, al actual Número Uno del mundo, Scottie Scheffler (PAR). Mucho va a tener que seguir afinando Rory, puesto que necesita como mínimo un segundo puesto el domingo para conseguir el objetivo, pero es evidente que de momento ha pegado primero y mucho más fuerte. Scheffler, que está estrenando un putter esta semana, sigue sin ver ‘puerta’.
Que no convierte, vaya. Y sus gestos de desesperación en los greenes han dejado de ser puntuales, para convertirse casi en rutina. No es que el texano haya estado horrible en la suerte decisiva, pero sólo ha embocado un putt desde más allá de los tres metros, y eso, comparado con sus estándares de conversión hasta el mes de julio, sabe a poco…
El Congaree Golf Club, escenario del evento, dispone de un señor recorrido. Entra por los ojos sin forzar y, además, es un test de lo más interesante, con esas calles firmes y rápidas, esos contornos arenosos, en los que apenas hace falta rough como defensa, y esos greenes rápidos como centellas (da toda la sensación, además, de que irán poniéndose todavía más firmes y, quizá, hasta más rápidos todavía: los rectores del club de Carolina del Sur aseguran que podrían llevarlos hasta los 15 pies en el stimpmeter). Ahí están más de cincuenta jugadores separados tan solo por seis golpes, detalle que normalmente confirma la consistencia de un campo en todas sus parcelas, sobre todo cuando la nómina de participantes es de tan alto nivel.
Jon Rahm (-2), como ya ha quedado explicado, ha solventado con cintura una ronda que se le había llegado a poner tontorrona, gracias a los tres birdies consecutivos que firmaba entre los hoyos 14 y 16. Así que mantiene sus opciones casi intactas, aunque mañana saldrá más tarde a jugar (12,49 locales; a las 18,49 en el horario peninsular español) y hoy ya se ha comprobado que salen peores resultados de esos partidos, debido probablemente a la firmeza que ganan los greenes con el paso de las horas.
Por la parte baja de la clasificación llama la atención la presencia de algunos nombres, tales como los de Jordan Spieth (+4), Cameron Young (+2) o Sahith Theegala (+8), que cierra la tabla tras protagonizar el patinazo del día, con una tarjeta de 78 golpes.
