El Memorial Tournament es el primer torneo del PGA Tour que ha hecho públicas las líneas maestras de su plan para poder jugar con público. El torneo de Jack Nicklaus está programado para celebrarse del 16 al 19 de julio, apenas un mes después de que se reanude la competición con el Charles Schwab Challenge en Colonial. Recuerden que tanto el Charles Schwab como las tres citas siguientes (RBC Heritage, Travelers Championship y Rocket Mortgage) se disputarán a puerta cerrada, por lo que el primer torneo con público, en teoría, sería el John Deere y el siguiente es el Memorial.
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El plan que ha trazado el torneo de Nicklaus es interesante porque puede marcar el rumbo de lo que hagan después el resto de campeonatos que pretendan jugarse a puerta abierta, entre ellos, sin ir más lejos, la Ryder Cup del Whistling Straits en septiembre. La gran novedad del protocolo en el que está trabajando el Memorial tiene que ver con la tecnología. No sólo se va a pedir de manera amable a los aficionados que respeten la distancia social, sino que se va a controlar de manera remota.
La idea principal consiste en la instalación de un chip de identificación por radio frecuencia en cada una de las entradas que se venda al público. Lógicamente, los aficionados deberán llevar siempre consigo y de manera visible sus localidades, algo que ya es obligatorio, por ejemplo, en el Masters. De esta manera, los responsables de la seguridad del torneo podrán realizar un seguimiento de cómo se está moviendo el público en cada momento.
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El objetivo es poder detectar rápidamente donde se está produciendo una aglomeración que podría poner en peligro la seguridad de los espectadores e intervenir para disolverla. El chip sirve para localizar la entrada, pero no identifica el nombre y apellidos de la persona que la posee para evitar conflictos de privacidad e intimidad.
Los marshals del torneo van a tener acceso al mapa de rastreo de las entradas, de manera que en todo momento se va a saber dónde hay más gente de la cuenta y se va a poder actuar. «Este sistema persigue protegernos a todos de una manera efectiva y rápida. Queremos disfrutar en vivo del espectáculo, pero sobre todo de manera segura», afirmó Dan Sullivan, Jefe Ejecutivo del Memorial Tournament.
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Hay que decir que la utilización de esta tecnología no es algo nuevo en el Memorial. Viene existiendo desde hace cuatro años con el objetivo de controlar posibles aglomeraciones excesivas, así como para controlar las salidas y entradas al campo, con el fin de poder distribuir de manera más ordenada y efectiva al público.
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En cuanto el sistema detecte una aglomeración por encima de la permitida en alguna zona del campo, se procederá a su disolución, siempre y cuanto vaya en contra de la normativa impuesta por las autoridades sanitarias, obviamente.
Además de los chips de radio frecuencia, el Memorial adoptará otras medidas como:
– Acceso limitado de personas a la casa club
– No habrá gradas
– No se podrá pagar en metálico
– Habrá medidores de temperatura por láser
– Se eliminará la venta de bebidas y refresco para adultos
