Apunten dos nombres más para la lista de candidatos serios que poco a poco se va formando alrededor del equipo europeo de la Ryder Cup apuntando hacia Roma 2023. Hoy toca sumar a Seamus Power, irlandés, y Thomas Detry, belga. Ninguno de los dos son nuevos en esto, ni mucho menos. De hecho, ya hicieron sus pinitos para estar en la última Ryder de Whistling Straits. Entonces, no les dio para meterse en la gran batalla contra USA, pero ahora han crecido y van a estar en la pelea.
Power se reivindicó este domingo ganando su segundo torneo en el PGA Tour en poco más de un año. Cuidado. Ha conquistado el Butterfield Bermuda Championship, sí un torneo menor en el circuito americano, aunque eso no significa que sea fácil ganar. El irlandés se impuso con un golpe de ventaja sobre Detry, que va encadenando buenos resultados como si fueran churros. Le falta el gran salto, la primera victoria, madre mía lo que le está costando este paso, pero parece inevitable que acabe llegando antes o después. En sus últimos 12 torneos ha hecho cinco top 10.
Power venció en un día ventoso, desapacible y complicado en Bermuda. Vamos, lo habitual por esos lares. Hubo un momento en el que pareció que el torneo era para Ben Griffin, un norteamericano con una historia tremenda. Hace poco más de un año estaba vendiendo hipotecas y ahora lucha por ganar torneos del PGA Tour. Es la personificación del sueño americano. Griffin cogió dos golpes de ventaja a falta de siete hoyos, pero ahí, quizá cuando realmente se dio cuenta de que podía ganar, saltó por los aires. Enlazó cuatro bogeys y un doble bogey y terminó en la quinta posición.
Justo cuando Griffin cometió el doble bogey en el hoyo 16, Power sacó un gran birdie en el 14 (venía por detrás) y se fabricó una muy buena ventaja de dos golpes que supo administrar con eficacia en unas condiciones realmente complejas. Los últimos hoyos del recorrido Port Royal son los más difíciles y empezó a soplar con fuerza.
Precisamente, Detry aprovechó la complejidad de esa parte final del recorrido para jugar mejor que nadie y subir como una exhalación en la clasificación para finalizar segundo en solitario. El belga suma y sigue. El día que aprenda a ganar será un fijo en el top 50 del ranking mundial.
