Jordan Smith (-30) ha arrasado en el Portugal Masters. En la ronda final el inglés ha firmado por tercera vez en cuatro jornadas el resultado más bajo, para conseguir al fin su segunda victoria en el circuito europeo, cinco años después de la primera, con una diferencia de cuatro golpes sobre el segundo, un sobresaliente Gavin Green (-26), y de ocho sobre el tercero, Tapio Pulkkanen (-22).
Smith, para más señas, ha reventado todos los récords, puesto que sus 254 golpes son el resultado más bajo obtenido en la historia del circuito europeo en un torneo a 72 hoyos, y además su acumulado de -30 también supera el récord de registro contra el par del campo, establecido hasta hoy en -29. El Dom Pedro Victoria Golf Course de Vilamoura ha asistido impotente a una exhibición que se ha extendido a lo largo y ancho de las cuatro rondas: hasta 27 birdies y tres eagles conseguía el inglés, que por momentos rondaba la perfección en todas las parcelas del juego y que, indiscutiblemente, ha jugado a su aire, metidísimo en su burbuja y sin más enemigo que él mismo durante la mayor parte del tiempo.
Tal despliegue de juego y resultados merece una proyección a futuro, sobre todo viniendo de un jugador que si algo había demostrado hasta la fecha era consistencia, solidez. Jordan Smith llegó como un torbellino a la primera división del golf continental hace seis años y nunca ha tenido el más mínimo problema en mantener la categoría; antes bien, lo habitual en su caso era meterse en la Final de Dubai. ¿Y qué proyección a futuro podríamos establecer? A bote pronto, hay que recordar que nos encontramos en año Ryder y que el equipo europeo, más que nunca, puede abrir sus puertas a nuevas incorporaciones, otros nombres. Smith, con ese drive largo y recto que lo caracteriza, y esa fina puntería y gran control de las distancias que muestra tantas veces desde la calle, parece al fin preparado para dar el salto a un escalón superior.
En una ronda final marcada por la emoción y el estrés que genera la dramática lucha a múltiples bandas por salvar los derechos de juego, la calma chicha era la nota predominante en lo alto de la tabla, tal ha sido el poderío mostrado por el ganador, aunque en el último tercio de su vuelta sí quedaba por resolverse la incertidumbre de si batiría los citados récords, lo que confirmaba con un birdie en el hoyo 17, par 5, que bien pudo ser un eagle, puesto que Smith se había procurado una inmejorable opción desde algo menos de tres metros. Vamos a ver de qué es capaz, por ejemplo, en las dos citas que restan, el Nedbank en Sudáfrica y la Final de Dubai. Será, por ejemplo, un interesante test que mida su ambición.
