Michael Thompson (-15) y Richy Werenski (-15) siguen comandando la clasificación del 3M Open después de la tercera jornada, tal y como ha ocurrido desde el mismo jueves. Ahí están, aguantando arriba. El problema es que, en la hora de la verdad y como inexorablemente tenía que ocurrir, la batalla que se anuncia para el domingo en el TPC Twin Cities de Minnesota, es de órdago. Hasta 18 jugadores van a salir en un margen de cinco golpes y en un recorrido donde prácticamente no hay día en el que no se vea un 63 o varias tarjetas de 64 golpes…
Chapuza en el PGA Tour: Levanta la cuarentena de un día para otro
¿Será el día en el que Tony Finau (-13) sea capaz de dar lo mejor de sí mismo, que es mucho, en una jornada dominical y se apunte al fin su segunda victoria en el PGA Tour, que ya está tardando? Nada tenemos en contra de Thompson o Werenski, más bien todo lo contrario, pero quizá haya llegado, en efecto, la hora de Finau, el bombardero de Utah. Por otro lado, él saldrá a sólo dos golpes de los líderes, así que lo tiene un poco más sencillo que otros aspirantes, entre los que hay que destacar a Charl Schwartzel (-13), un jugador al que se sigue haciendo raro ver fuera (y tan lejos) del top 100 mundial, su guarida durante más de trece años seguidos (entre 2006 y 2018), pero que parece que vuelve a mostrar su mejor versión. O a Matthew Wolff (-10), aunque el joven defensor del título va a tener que hacer seguramente el mejor resultado del día si aspira a revalidarlo.
Lo de Koepka es algo más que un mero accidente, y sin embargo…
Rafa Cabrera Bello (-3) no estará en esta batalla después de firmar hoy una tarjeta de 70 golpes que incluso le ha hecho perder algunas posiciones. Salvando las distancias, los perfiles y las situaciones, digamos para entendernos que el actual momento del canario nos recuerda en parte a esa dinámica puñetera en la que andaba enredado Jon Rahm antes de su explosión en el Memorial, anunciada en la última ronda del Workday. Quiere ello decir que antes o después, juegue bien o no tan bien, las vueltas siempre se le terminan cruzando, o bien no resultan tan positivas como parecían o apuntaban durante buena parte del trayecto.
Rafa se mete en el fin de semana y anda cocinando esa gran vuelta
Sus primeros siete hoyos de este sábado, por ejemplo, han sido poco menos que un canto al buen juego. Cogiera o no las calles (aunque cogía casi todas), siempre se las arreglaba para patear para birdie, muy enchufado, brillante, y su parcial en este tramo se iba hasta un ilusionante tres menos, que incluso se quedaba corto… Sin embargo, el primer error más o menos importante le costaba un doble bogey en el hoyo 17 (había salido por el 10). Acto seguido, levantaba de nuevo el vuelo con otro parcial de tres menos en los siguientes siete hoyos, pero otra vez finalizaba con dos bogeys y ya sin margen de maniobra. Obviamente, los errores se pagan, pero hoy realmente su juego ha merecido mejor suerte y algo nos sigue diciendo que en realidad Rafa sigue cocinando a fuego lento esa gran vuelta que termine de revertir su situación.
