El Sanderson Farms Championship ha comenzado fuerte. Fuerte de verdad: la primera jornada ha concluido con cuatro líderes desmelenados que han firmado tarjetas de 64 golpes para irse de entrada hasta -8. Son Charley Hoffman, Jimmy Walker, Kevin Chappell y, mucho ojo, el defensor del título, el colombiano Sebastián Muñoz, que por lo tanto arranca en 2020 como terminó en 2019, en lo más alto.
Los greenes del Country Club of Jackson (Mississippi) estaban para comérselos, realmente nobles, y los birdies se han hecho los dueños y señores del cotarro, hasta el punto que el corte quedaba ya establecido en -2 y mañana podría irse incluso hasta -4. Dos o tres descuidos, un tramo tontorrón de hoyos y te quedas fuera del fin de semana.
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En esta tesitura, Sergio García (-4) ha dado hoy la cara de manera notable, sobre todo teniendo en cuenta de donde venía, porque al castellonense le estaba costando una barbaridad hacer vueltas bajas. Así que su 68 puede y debe considerarse positivo.
Sergio, que sigue trabajando en el laboratorio el modo de mejorar sus prestaciones en los greenes, ha enseñado algunos cambios más o menos sustanciales. Para empezar, ha cambiado la herramienta. Y desde luego se trata de una modificación con significado, puesto que ha recuperado el modelo spyder de TaylorMade, aquel con el que ganara el Masters en 2017. Bueno, en realidad no se trata exactamente del mismo putter, pues el que exhibe esta semana es la evolución de aquel con el que ganara en Augusta, pero la similitud es algo más que obvia y puede que detrás de la decisión haya algo más que un ajuste técnico. Además, el español también ha mostrado en esta primera jornada una modificación en el grip. De entrada, parece haber aparcado el grip a manos cambiadas y ahora se le ve con el dedo índice de la mano derecha extendido.
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Digamos que los resultados no han sido malos. De hecho, se le ha visto embocar buenos putts, hasta el punto de sumar seis birdies. Lo que ocurre es que, en los tiempos que corren (y también en los que ya corrieron…) casi es una obligación para estar arriba enchufar algunos puritos más desde esa distancia que va de los tres metros en adelante. Sergio ha metido hoy uno muy bueno en el hoyo 17, es cierto, pero todos los jugadores que le preceden en la clasificación han embocado al menos dos putts de más de diez pies, y eso consultando sólo los de birdie…
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De acuerdo, las estadísticas no mienten y dicen que desde esas distancias medias y largas el porcentaje de conversión es en realidad muy bajo (un ejemplo: desde 13 pies, algo menos de cuatro metros, la media de conversión es sólo del 26 por ciento), pero es que al final de la semana, en circunstancias más o menos normales, estos jugadores tiran decenas de putts medios y largos de birdie y, entre otras muchas cosas que hay que hacer bien, es una obligación enchufar un buen puñado de ellos (normalmente, no menos de siete u ocho) para estar peleando por el triunfo.
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En todo caso, hay que insistir en que el juego de Sergio llama al optimismo. Ha pegado muy duro desde el tee, libre y confiado, ha cazado 14 greenes en regulación y, aunque le ha faltado esa guinda imprescindible de la que hablábamos, lo cierto es que ha embocado buenos putts. Además, ha mostrado paciencia después de pasar al par del campo los primeros nueve y se ha gustado por la segunda mitad del recorrido.
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Rafa Cabrera Bello (PAR) lo va a tener este viernes un poco más complicado, porque después de firmar un 72 en el arranque su primer objetivo debe ser alcanzar un corte que, como ya se ha dicho, puede irse hasta -4. El canario ha cerrado una primera ronda muy irregular, con cinco birdies y cinco bogeys, y fundamentalmente muy desordenada en los greenes, puesto que embocado putts largos de birdie, es cierto, pero también ha tripateado hasta en tres ocasiones, circunstancia que al fin y al cabo ha determinado su resultado.
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