Sergio García y Jon Rahm han acabado el THE PLAYERS Championship empatados en la novena posición con un resultado acumulado de ocho bajo par, a seis golpes del ganador Justin Thomas. Valioso top ten en una cita con aroma a Grande. No se puede ser tan torpe para desdeñar un resultado tan bueno, pero al mismo tiempo es inevitable tener la sensación de que los dos pudieron hacer algo más. Se quedaron cerca de meterse en la gran batalla final, de hecho asomaron algo más que la patita al principio de la ronda, pero al final les acabó faltando una marcha más.
Sergio García empezó el día con el tiralíneas en una mano y el manual para hacerle daño a Sawgrass en la otra. Desplegó un juego espléndido en los primeros nueve hoyos. Fue pegando un tirazo tras otro, especialmente con los hierros y hasta metió un putt curiosón de birdie en el 3, desde casi seis metros. Ilusionaba. Transmitía las constantes vitales del Sergio de las grandes tardes. Iba sereno desde el tee, glamuroso con los hierros y dejándose opciones de birdie donde otros tropezaban o sufrían hasta la saciedad para salvar pares.
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Sergio se colocó con dos bajo par en el día con birdies en los hoyos 2 y 3 y se fue dejando opciones buenas en el 1, 4, 5, 6 y 7. Poco más se puede pedir en una jornada final en el THE PLAYERS. Cierto que en el 8 tuvo que aprochar para salvar el par, pero lo hizo de maravilla, sin sufrir. Ejecución magistral. En ese momento, la cabeza del torneo andaba zozobrando con golpes malos y hasta extraños… Era el momento de hincarle el diente y pegar el golpe de efecto para ponerse en cabeza. Justo ahí, en esa media hora, se le fue la victoria a Sergio…
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Volvió a jugar muy bien el hoyo 9, pero se le escapó una excelente opción de birdie de unos dos metros. Acto seguido en una salida mala, pero no tan mala como para recibir semejante castigo, la bola se le metió entre unas matas en el hoyo 10, apenas pudo sacarla al búnker y a partir de ahí no anduvo fino. Selló el asunto con un doble bogey que lo sacaba del frente de batalla. En un visto y no visto pasó de pelear por el liderato a verlo de lejos.
Sabía que el triunfo se le había escapado, pero siguió peleando. Ya no jugó tan bien en los segundos nueve y aún así sacó dos birdies magníficos en el 11 y 13, pero otro error desde el tee, ahora en el 12, para 4 corto, le costó una bola al agua y un bogey donde casi todos estaban sacando birdie. Otro paso atrás. Dos golpes fallados en todo el día y tres golpes cedidos. Demasiado.
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¿Sergio García podría haber sido hoy Justin Thomas? Pues nunca lo sabremos, pero su juego desde luego es el que ha estado más cerca del gran campeón. Quizá no ha sido tan perfecto, porque al final ha fallado esos golpes en el 10 o en el 12, pero no ha estado nada lejos. Detalles. Es verdad que a partir del 14 ya no ha jugado tan certero y eso le ha costado el top 5, pero ahí la victoria ya se había difuminado.
Rahm también empezó muy entonado la ronda final. Hizo birdie en el 3, un gran birdie con un muy buen putt, y se metió en el jaleo. El mérito de Jon es que sin estar brillante se ha aguantado y ha estado en la pelea hasta el hoyo 11, aunque le ha faltado ese punto de fluidez necesario para dejarse mejores opciones. Al de Barrika le ha penalizado mucho, por ejemplo, sus malas salidas en general y en particular en los pares 5. No ha cogido ninguna calle de los hoyos largos, donde más partido se le puede sacar a Sawgrass. Los dos únicos hoyos que ha jugado exactamente como quería, pegando el golpe perfecto en cada momento, han sido el 12 y el 18.
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En cierto modo ha ido a remolque, pero ha vuelto a demostrar que se desenvuelve bien en este campo y sabe cómo jugarlo. Ha acabado con una ronda de 73 golpes con un bogey en el 17. Transmite la impresión de ser un jugador que ha nacido para ganar el THE PLAYERS y sólo falta que le cuadre la semana. Sin estar totalmente cómodo con el swing, a excepción del sábado, se ha plantado en los segundos nueve de Sawgrass con opciones de victoria. Seguro que él ya le está sacando cosas positivas a la semana….
