Dos semanas después de ganar el Safeway Open de 2017, Brendan Steele (-12) asistió al nacimiento de su primera hija. Su esposa Anastassia y él decidieron ponerle de nombre Victoria y en ese instante vio la luz también una enorme paradoja. El norteamericano comenzó a perder el deseo de ganar y de jugar al golf. Su profesión pasó a un segundo plano y la niña se convirtió en el centro de atención de su vida.
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Steele comenzó a entrenar un poco menos y, sobre todo, a no separarse nunca de su familia. Allá donde iba viajaba con su mujer y Victoria y así se hacía muy complicado centrarse en la competición. La consecuencia fue casi inmediata. En abril de 2018, en el Zurich Classic de parejas, logró su último top ten en el PGA Tour. Simplemente, el golf había desaparecido de la primera línea de sus prioridades, algo que automáticamente se paga en un deporte tan despiadadamente competitivo.
“Pensaba que el nacimiento de mi hija supondría un cambio para bien, ya que el golf dejaría de ser lo más importante y eso lo haría más fácil. Pero fue al revés. Ya no quería estar jugando, sino con mi familia. No me lo pasaba bien en el campo de golf. No quiero hablar mucho del tema, pero he estado fuera durante todo este tiempo”, explicaba ayer tras colocarse líder del Sony Open con tres golpes de ventaja sobre Cameron Smith.
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Steele ha recuperado este invierno el deseo por competir y volver a ganar. Ha entrenado tan duro como nunca y se ha dado cuenta de que el golf tiene que ser, al menos, igual de importante que su familia. El resultado es una clarísima opción de victoria, ésta con minúscula, en el primer torneo que juega después de la pretemporada de invierno. Cuestión de prioridades.
Steele tiene una clara ventaja y las condiciones le benefician. No en vano, de sus tres victorias en el PGA Tour, dos de ellas (Valero Texas Open y uno de sus dos Safeway Open) fueron en condiciones muy ventosas. Este sábado, no obstante, no ha soplado tanto como jueves y viernes y los resultados lo han agradecido. El propio Steele, por ejemplo, entregaba una muy buena tarjeta de 64 golpes, con tres birdies en los tres últimos hoyos para poner tierra de por medio.
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Se puede decir que Steele tiene en su mano celebrar su primer triunfo con Victoria, el cuarto de su carrera, aunque para ello aún deberá soportar el acoso que sin duda va a recibir por detrás. Sus principales rivales son Cameron Smith (-9), otro golfista que se desenvuelve muy bien con viento y que pide condiciones duras para el domingo, Kevin Kisner (-8), Webb Simpson (-7), Ryan Palmer (-7) y Collin Morikawa (-7), enemigos de entidad que no le pondrán las cosas sencillas en el Waialae Country Club.
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En cuanto a la Armada latinoamericana, el mejor clasificado es Emiliano Grillo (-4). El argentino ocupa el puesto 16º, a sólo dos golpes del top ten tras entregar una muy buena tarjeta de 67 golpes.
