El viento de Oahu es muy distinto al de Maui. O quizá la explicación es que no hay cuerpo que resista jugar dos semanas con un viento de 60 kilómetros por hora azotándote en la nuca. Un golfista no es una vara de bambú y al final se acaba quebrando frente a ese cóctel explosivo de aire, la tensión propia de la competición y la enorme dificultad de estar concentrado al ciento por ciento durante catorce días. Sea lo que fuere, lo que está ocurriendo esta semana en el Sony Open es más propio de lo paranormal.
El mejor ejemplo de todos es que es Justin Thomas y Patrick Reed, que jugaron el desempate el pasado domingo en el Sentry Tournament of Champions celebrado en ‘la isla de enfrente’, han terminado el Sony también empatados, pero antes de tiempo y fuera del corte. Se podría denominar como la rebelión de Waialae, el campo que acoge el Sony, frente a Kapalua, el del Sentry. También ha fallado el corte Matt Kuchar, otro jugador al que es muy extraño ver haciendo las maletas antes de tiempo. Si nos permiten la licencia cinematográfica, también podríamos decir que el Sony Open se celebra en la isla de las cabezas cortadas.
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Que Thomas, Reed y Kuchar fallen el corte la misma semana es algo raro, raro, raro. Thomas no se perdía un fin de semana desde el US Open de Pebble Beach y no había bajado del top 20 en ningún torneo en los últimos siete meses. Reed no fallaba un corte desde el PGA Championship de mayo y Kuchar es el vigente ganador del Sony y el año pasado pasó los cinco primeros meses del año sin dejar de jugar los cuatro días ni una sola semana.
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Más cosas extrañas en Waialae… Entre la pareja que manda en la clasificación, Brendan Steele-Cameron Davis con -6, y el corte hay sólo siete golpes de diferencia. Además, los once primeros jugadores están separados únicamente por un impacto. La tabla del Sony se parece ahora mismo a una carrera de Fórmula 1 cuando sale el coche de seguridad. Todos los jugadores están agrupados y saldrán disparados cuando arranque la tercera ronda, ya que la previsión es que va a soplar mucho menos viento, lo que unido a unos greenes blandos permitirá ver resultados muy bajos el fin de semana. Un torneo nuevo.
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El liderato del torneo en seis bajo par no se veía en Waialae desde hace trece años, para que se hagan una idea de los estragos que puede causar un viento tan fuerte y racheado. De los 22 golfistas que jugaron la semana pasada en el Sentry y han repetido en el Sony, sólo han pasado el corte nueve. En ese sentido, hay que resaltar lo meritorio de Ryan Palmer (-5) o Collin Morikawa (-5), los jugadores mejor clasificados tras dos semanas de suplicio.
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En cuanto a la Armada latinoamericana, han pasado el corte Emiliano Grillo (-1), Abraham Ancer (PAR), Joaquín Niemann (+1) y Carlos Ortiz (+1).
