Henrik Stenson (-16) ha impuesto su ley del rodillo durante las tres primeras rondas del Arnold Palmer Invitational y es el líder en solitario del torneo a falta de la vuelta definitiva, con dos golpes de ventaja sobre Morgan Hoffmann (-14). Gracias sobre todo a un final apoteósico con un parcial de cuatro menos en los últimos cuatro hoyos, con eagle incluido en el hoyo 16, embocando un putt de seis metros.
Un jugador de golf jamás tiene la certeza absoluta del momento exacto en el que cuadrará todo y podrá dar lo mejor de sí mismo en un torneo (si es que ello llega a ocurrir alguna vez). El sueco venía jugando bien, pero no terminaba de rematar en Doral ni en Copperhead (fue cuarto en ambos torneos), así que se imponía un repaso a fondo con Pete Cowen, su entrenador, para pulir y sacar brillo. Había un problema. Cowen estaba en el Reino Unido, él evidentemente en Florida. Pero hoy en día ese problema tiene mejor solución: se envían unos cuantos vídeos y se organiza una sesión de trabajo a través del teléfono, aunque a Cowen le toque hacer horas extras durante la medianoche por culpa del cambio horario.
Esto es exactamente lo que ocurrió el pasado miércoles y el propio Stenson reconocía al final de la tercera ronda que el trabajo había tenido efectos inmediatos. Todos los registros lo confirman, al margen del principal, que son esas vueltas de 68, 66 y 66, con sólo dos bogeys en 54 hoyos: ha cogido más del ochenta por ciento de las calles, pegando sólo cuatro drives en las tres jornadas; ha cazado casi el ochenta por ciento de los greenes y ha pateado con solidez e intención (si llega a estar brillante también en los greenes su renta sería ahora inalcanzable).
El potente sprint final en la tercera ronda del escandinavo ha reducido seguramente la lista de candidatos al triunfo, pero todavía va a tener que sudar tinta china en Bay Hill para estrechar victorioso la mano de Palmer dentro de unas horas en el green del 18. Rory McIlroy (-9) no parece llamado a ser uno de los que aprieten al sueco. El norirlandés estuvo metido en la pelea hasta el hoyo 13, pero llegado a este punto encadenaba varios errores, algunos realmente sorprendentes, firmaba tres bogeys y se quedaba demasiado lejos. No obstante, y aunque el norirlandés reconocía que el triunfo esta semana era ya poco menos que un sueño, todavía hacía planes: «si consigo hacer cinco o seis menos por los nueve primeros hoyos, quizá pueda darme todavía una opción». Imposible no es, tratándose del Número 1.
Resultados en vivo del Arnold Palmer Invitational
